En México, cualquier revisión histórica a finales del siglo XX necesariamente tendrá que contar con Don Samuel Ruiz García. Como nación, en ocasiones, perdemos a grandes pensadores y a notables hacedores; es menos frecuente perder a hombres con una especial capacidad de pensamiento y acción como el Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas.
Por encima de cualquier disenso, se distinguieron sus virtudes: ser congruente y consecuente frente a los dos grandes obstáculos para el progreso: la miseria y la ignorancia.
Ahora, cuando prevalece el pragmatismo sobre los principios y la ética, Don Samuel Ruiz García se erigirá como el referente de un hombre progresista. Luchar por progresar es buscar avanzar en todo aquello que somete y mantiene en la injusticia a una sociedad. La presencia de Samuel Ruiz en Chiapas fue fundamental para que la entidad no se mantuviera anclada en sus carencias.
Alguna vez me dijo que él, “solo” alumbró el camino de los indígenas, que lo demás lo hicieron ellos. Bendita luz que ya es camino y destino en esta tierra. En Chiapas, el mejor homenaje a Don Samuel es mantener su espíritu de cambio, su visión de futuro y la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Don Samuel heredó una gran responsabilidad para las ideas progresistas en el estado.
Descanse en paz.
Pablo Salazar Mendiguchía
Exgobernador del Estado de Chiapas
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