¿QUÉ SEGUIRÁ AL VOTO NULO?

Carlos Hiram Culebro Sosa

En el artículo “Malestar en contra de partidos políticos”, publicado recientemente en El Heraldo de Chiapas, el autor de esta nota refirió que el incremento del voto nulo en las pasadas elecciones federales, tal como lo han señalado diversos analistas políticos, refleja claramente el malestar de los ciudadanos hacia los partidos políticos, a lo que cabe agregar el elevado abstencionismo; por ello, en esta ocasión se plantean cuatro propuestas que deben sugerir quienes invalidaron su papeleta en ese acto.

Cabe recordar que, en términos numéricos, la media nacional de votos anulados fue del seis por ciento, sin embargo, en algunas regiones alcanzó el diez por ciento, por lo que es importante que los disgustados con el proceso electoral no se limiten a expresar su descontento de esa manera, por el contrario, que consideren la ejecución de estrategias legales que fortifiquen nuestro rudimentario sistema democrático.

La decepción se ha generado por que los partidos políticos son vistos como grupos que se reparten el financiamiento y las cuotas de poder de la representación proporcional, cada día más al margen de los intereses y problemas de la población a la que supuestamente deberían de representar.

El secretario de Gobernación desempeña un papel relevante en las elecciones, y el primer paso que debería dar este alto funcionario es olvidarse de su actitud de adolescente borracho y agresivo, que puso en evidencia con aquel absurdo reto a los capos del narcotráfico.

Pero independientemente de que esa autoridad modifique o no su proceder, a continuación se expresan ideas que deben ser planteadas a nivel de pequeña comunidad, ojalá y posteriormente pudieran ser reconsideradas a nivel de los municipios, después de los Estados y finalmente a toda la nación.

1.- FINANCIAMIENTO PÚBLICO: el financiamiento de los partidos políticos debe provenir en su mayor parte de sus miembros y simpatizantes, y no de los reducidos recursos fiscales. En época de elecciones sí podría haber aportaciones del patrimonio federal, suficiente para que se realicen campañas de contacto con el electorado, como puede ser para equipo de sonido, gallardetes, pendones, entre otros artículos de bajo precio, pero no para costosos ejercicios mercadotécnicos en radio y televisión. Los tiempos oficiales en esos medios masivos deberían ser sólo para la difusión de la ideología de los partidos, que el ciudadano cada vez olvida más, por el impacto de los procesos de crisis en la vida interna de los partidos. “Juanito” es una imagen viviente de esa descomposición.

2.- REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL: Los candidatos propuestos en esta modalidad ocasiona en ellos una actitud de indiferencia hacia el electorado, pues ganarán una elección sin necesidad de buscar el voto.

En “Propuesta ciudadana”, Carlos Hiram Culebro Sosa señaló en este mismo diario que la representación proporcional surgió como una medida para alentar el desarrollo de la oposición, pero –con respeto a los en forma válida denominados “partidos pequeños”- actualmente hay un tripartidismo que ya no requiere de esa dádiva. Debería dar vergüenza a aquellos dirigentes partidistas que han sido electos por la vía de la representación proporcional, al no atreverse a someterse a una elección desde las urnas, porque muchos de ellos no la ganarían de esa manera.

3.- ORGANISMOS Y TRIBUNALES ELECTORALES: Son exageradamente caros y sólo han conquistado la desconfianza de muchos ciudadanos ante sus determinaciones. No es razonable que el Instituto Federal Electoral (IFE) funcione de manera permanente, cuando hay elecciones cada tres años, por lo que solamente debería operar de manera constante el área encargada del registro de electores. Los trabajos del IFE que podrían absorber otros órganos de gobierno se deja a la consideración de juristas y conocedores de estos asuntos, es decir, de los que en esta materia “tocan de nota”, porque el suscrito “toca de oída” al escribir este texto. Esta propuesta implicaría cambios legislativos que podrían salir de la nueva legislatura federal.

4.- OSERVATORIO CIUDADANO: Para no repetir lo referido en anterior artículo, se señala que la idea central es avalar el compromiso cumplido de legisladores, o promover el rechazo en caso de incumplimiento., Si algún lector se anima a dar el primer paso en este sentido, cuenta ya con un integrante más en esa tarea: el autor de este artículo.

carloshiram9@hotmail.com