ISAÍN MANDUJANO
Gracias al gobernador Juan Sabines Guerrero, el 2009 será de mucho dinero para el empresario Antonio Leonardo Castañón.
Para él no habrá más crisis financiera.
Más de 91 millones de pesos del erario estatal consiguió en menos de un mes.
Hábil como pocos empresarios, Antonio Leonardo Castañón, es un hombre transexenal que bajo el cobijo de gobiernos priístas, perredistas o aliancistas que le proveen recursos del erario, ha sabido amasar una fortuna multimillonaria que lo ubica como uno de los líderes mexicanos en nuestro país.
En las últimas horas, el gobierno chiapaneco de Juan Sabines Guerrero salió al quite para echarle la mano de nuevo, pues dio a conocer que rescató de la bancarrota al comprar el 51 por ciento de las acciones del Club Jaguares de Chiapas, al adquirirle una deuda de más de 67millones de pesos.
Después de una crisis millonaria financiera al club deportivo de futbol propiedad del también empresario farmacéutico Antonio Leonardo Castañón, el gobierno de Chiapas recibió el lunes la autorización del poder legislativo local para contraer dicha deuda y asi evitar que Jaguares de Chiapas se fuera del estado como amenazó.
A través de una conferencia de prensa donde no se permitieron cuestionamientos de los reporteros, el director del Instituto del Deporte (Indeporte), Jorge Cuesy Serrano y el presidente del Club Jaguares de Chiapas, Antonio Leonardo Castañón, dieron a conocer la transacción que a decir del primero, ahora los chiapanecos somos ya “dueños” del club pero no sus administradores.
Antonio Leonardo Castañón dijo que sostener un equipo de fútbol es una empresa difícil a pesar de que desde hace cinco años han contado “con el patrocinio” del Gobierno del Estado.
Explicó que pese a ello, han atravesado por condiciones económicas complejas al interior del club, por lo que se vio obligado a recurrir a préstamos bancarios y a otras fuentes de financiamiento.
“Ver a las familias chiapanecas llegar al Víctor Manuel Reyan los fines de semana, vibrar con su equipo, las sonrisas de los niños y la construcción de un sueño fue lo que me motivó a seguir adelante. Sin embargo. Fueron muchos los compromisos contraídos, desde que adquirí al equipo para mantener a los Jaguares en su cancha”, dijo Leonardo Castañón.
Señaló que en fechas recientes buscó al gobernador para decirle que por la situación económica del club en este momento no podían pagar las distintas deudas que habían contraído y que por ello culminaba la era de los Jaguares de Chiapas: “La única vía para poder cubrir los adeudos era la venta del equipo o cambiar de plaza”.
Explicó que el Gobernador Sabines siempre ha sido “generoso” con todos los proyectos que ha presentado: “Él nos ha ayudado con el Teletón, incluso gracias a la aprobación del Congreso del Estado el gobierno realiza ya una aportación mensual de 2 millones de pesos al CRIT, que a partir de enero va a permitir que se duplique el número de niños atendidos”.
“Por eso me daba pena hablarle al gobernador para volverlo a molestar y más para darle esta mala noticia. Ya no era viable sostener al equipo en la misma plaza. Era casi inevitable nuestra partida fr nuestra tierra, de nuestra casa”, agregó.
Indicó que el gobernador le pidió esperar y que lo buscaría a través de su Secretario de Hacienda y el director del INDEPORTE: “Que él lo que quería es que Jaguares se convirtiera en un equipo popular y que no se fuera de Chiapas, que si había un proyecto donde los chiapanecos participaran, el gobierno se involucraría, pero que él no quería en lo más mínimo, que los Jaguares, se fueran de Chiapas”.
Posteriormente, señaló, recibió la llamada del Secretario de Hacienda y que le expuso la situación financiera del equipo y la posibilidad de cumplir con los compromisos contraídos.
“Sin embargo, me topé con una respuesta que he de confesar no esperaba. El gobierno estaría dispuesto a convertir la deuda en acciones y asociarse a través del Fideicomiso de Fomento del Deporte con mi empresa para garantizar la estancia del equipo en Chiapas siempre y cuando el Congreso del Estado lo aprobara”, mencionó en la conferencia.
Ayer lunes 29 por la mañana, el pleno de los 40 diputados locales, aprobaron el Decreto por el que se autoriza la Constitución del Fideicomiso Público de Inversión y Administración para la Promoción y Ejecución de Programas y Proyectos Deportivos al que se denominará Fideicomiso para el Impulso y Fomento del Deporte en el Estado (FIDEPORTE) y esto permitió comprar a Jaguares de Chiapas.
“Hoy, ese sueño, el de la afición, se ha concretado. Los diputados aprobaron un Fideicomiso con el cual se ha convertido la deuda en acciones y, con ello, al pueblo de Chiapas en socio mayoritario con el 51 por ciento de las acciones de la franquicia”, dijo el empresario.
Por su parte, el director del INDEPORTE, Jorge Cuessy Serrano, confirmó que la deuda del club Jaguares contraída en los últimos años que ascienden a los 67.1 millones de pesos, corresponden a 32.5 millones de pesos de diversos préstamos, más 34.7 millones de pesos producto de distintos adeudos contraídos por el club con el gobierno del estado en los últimos dos años por la renta del inmueble, energía eléctrica, servicios, estacionamiento, adecuaciones de áreas, espacios publicitarios, entre otros, mismos que se convierten en acciones a favor del pueblo de Chiapas con el 51 por ciento.
El funcionario dejó en claro que “el gobierno no se meterá en la administración del equipo, y mucho menos, en la compra y venta de jugadores”.
“Lo que le interesa al gobierno y donde va a participar es en fomentar la infraestructura deportiva, tanto en la culminación del proyecto del estadio, en instalaciones de alto rendimiento para el desarrollo del talento futbolístico con una escuela de fútbol para niños, niñas y jóvenes; en la identidad y en la permanencia del equipo en Chiapas”, indicó.
La historia de Jaguares
El 27 de junio de 2002, Alejandro Burillo, presidente del Grupo Pegaso, en conjunción con el entonces gobernador del estado, Pablo Salazar Mendiguchía, anunciaron que Chiapas contaría con un equipo de fútbol en el máximo circuito del balompié nacional.
El equipo se denominaría Jaguares de Chiapas y tendría su sede en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas. Si bien en un principio se rumoró que el gobierno de Chiapas era el propietario de dicho equipo, para hacer realidad un “sueño propio” del mismo gobernador chiapaneco, más tarde oficialmente éste paso a manos de empresarios chiapanecos, encabezados por Antonio Leonardo Castañón.
El primer juego del equipo tuvo que llevarse a cabo en el Estadio Azul, casa del club capitalino Cruz Azul, debido a que el Estadio Víctor Manuel Reyna se encontraba en remodelación y ampliación. Para la cueva del Jaguar, el gobierno de Chiapas erogó millones de pesos que fueron prorrateados a diferentes dependencias del poder ejecutivo.
Leonardo Castañón, “no lavo dinero”
Según la revista Líderes Mexicanos, Leonardo Castañón ocupa el lugar número 160 como uno de los connotados empresarios de México, es actualmente presidente del Equipo de Futbol Jaguares de Chiapas desde el 2002.
Desde 1991, en los años de auge del gobierno Carlos Salinas de Gortari su padre Maximiliano Leonardo Asturias, fundó la cadena de Farmacias del Ahorro, y bajo el nombre legal de Comercializadora Farmaceútica SA de CV, le heredó la estafeta a su hijo Leonardo Castañón.
Desde el 2006 es presidente del presidente del Consejo Local Benefactor del TELETÓN en Tuxtla, institución a la que recientemente
Araceli Cano, reportera de la revista especializada Expansión le hizo una entrevista al empresario chiapaneco hace unos meses.
Reseñó que Farmacias del Ahorro nació en Chiapas hace 15 años con dos establecimientos y 30 empleados y que ahora es una cadena con 560 sucursales y 8 mil trabajadores.
“Su crecimiento fue vertiginoso. Antonio Leonardo Castañón se lo achaca a su mejor oferta de productos y servicios. Pero entre sus competidores hay más de uno que –off the record– lo atribuye a las relaciones non santas de la familia para lavar dinero”, escribió la reportera.
-- Muchos dudan de la legalidad de su negocio ¿a qué lo atribuye?
- - Se dijo de todo: que lavábamos dinero, que no era legal, que teníamos nexos políticos. La realidad es que somos una empresa familiar. Contamos con la experiencia de nuestro padre y su visión moderna para los negocios. El que se queda dormido y no progresa, es el que más acusa y se queja.
- - Entonces, ¿cuál fue su secreto?
- - Le dimos otra imagen a las farmacias e invertimos gran parte de los ingresos en estas mejoras, mientras que los demás vendían caro para sacar sus costos e invertían en ranchos. Por eso, cuando llegaron los autoservicios, tuvimos con qué defendernos.
Cabe recordar que los 67.1 millones de pesos que se le erogó del erario público para comprar el 51 por ciento de las acciones de Jaguares de Chiapas se suman a los 24 millones que el Congreso del Estado le autorizó el pasado 4 de diciembre para donar en pagos de dos millones mensuales durante el 2009 al Teletón que dirige Leonardo Castañón.
Leonardo Castañón no necesitó comprarse el billete gordo de la Lotería Nacional para poder obtener 97.1 millones de pesos.
Con la primera suma de los 67.1 millones de pesos hubieran alcanzado para financiar al menos 293 proyectos productivos, como los que se dio a conocer en noviembre pasado la SRA.
O bien se hubiera equipado con 66 millones de pesos, unas 120 aulas de medios, en igual número de escuelas ubicadas en cualquiera de los 118 municipios del estado, como los que anunciaron la Fundación Televisa y el gobierno de Chiapas también en noviembre pasado.
O hubieran servido para fortalecer las capacidades productivas de 67 mil mujeres en Chiapas, si se hubiera erogado en situación similar al programa que confinanció la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y el gobierno de Chiapas en el marco del Proyecto Formación para el Desarrollo Social.
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