12 de agosto, 2010 A todas las Organizaciones Sociales y Políticas A todos los Defensores de los Derechos Humanos A la prensa Nacional e Internacional A la Sociedad Civil A la Otra Campaña y A la Opinión Pública Hermanos y hermanas: Hace un año, el 12 de agosto de 2009, la llamada Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió liberar a 29 paramilitares autores materiales de la Masacre de Acteal. En esa ocasión nosotros y nosotras de la Sociedad Civil Las Abejas nos manifestamos frente al edificio de la Suprema Corte, porque no nos permitieron entrar a lo que se suponía que era una audiencia pública. Ahí en la calle, a un costado del Zócalo de la ciudad de México, nos enteramos de la suprema impunidad que decidieron avalar los señores ministros de los Supremos Salarios: dejar libres a los que asesinaron a nuestros seres queridos incluyendo a algunos que ya habían sido sentenciados. El día de hoy, un año después, regresamos a la plaza pública, pero ahora aquí en San Cristóbal, para seguir protestando y que no se borre la memoria de esa injusticia. Pero también recordamos otra fecha significativa para los pueblos originarios de México. Un 13 de agosto, en el mismo lugar que hoy ocupa ese Zócalo, fueron vencidos por los españoles los ultimos defensores mexicas de la Gran Tenochtitlan, hace casi 500 años. Cortaron nuestras ramas; se robaron nuestros frutos, pero no pudieron arrancar nuestras raíces. Aunque los poderes que hoy ocupan el Zócalo sigan tratando de destruirnos, como el que ocupa el Palacio Nacional y como los que ocupan la Suprema Corte. Y como no hemos perdido nuestras raíces mayas, sabemos por nuestros antepasados que los formadores y creadores de los seres humanos, Tepeu y Gucumatz, dijeron a los hombres y mujeres de maiz, que somos nosotros, que fueran los guardianes de todo lo que existía en la tierra… Nuestra responsabilidad es cuidar la tierra, es cuidar el cielo. Que no haya sufrimiento, que no haya desequilibrio. Que haya paz, justicia y armonía. Así como nuestros hermanos murieron en Acteal defendiendo la vida y la dignidad, así nosotros hoy defenderemos la verdad y cuidaremos la memoria de nuestros hermanos y hermanas masacrados por paramilitares al servicio del Estado el 22 de diciembre de 1997. Como guardianes de la memoria vamos a recordar brevemente lo que sucedió hace un año: La Suprema Corte (que es parte del gobierno) dijo que no sabia si los paramilitares presos en el penal de El Amate eran inocentes o culpables (nosotros sí lo sabemos, pero parece que para ellos no vale nuestra palabra) pero que como el Ministerio Público (que también es parte del gobierno) no había hecho bien su trabajo, tenían que liberarlos. En otras palabras, el gobierno dijo que porque el gobierno no había hecho bien su trabajo, los paramilitares debian quedar libres. Lo único que queda bien claro de todo esto es que el gobierno y los paramilitares son cómplices, primero de la Masacre de Acteal y después, del encubrimiento de los culpables de la masacre. Después de esto, otra parte del gobierno, que es el gobernador de Chiapas Juan Sabines, como que pensó que si los paramilitares regresaban a sus casas en Chenalhó podía haber problemas. Entonces declaró que su gobierno les iba a dar tierra y casas a los paramilitares en otra parte del estado para que no regresaran a Chenalhó. En otras palabras, les dio a los paramilitares un premio de tierra y casas que un campesino no puede pagar aunque se pase 10 años trabajando (que fue lo que los paramilitares estuvieron en la cárcel). El pretexto era que no llegaran a Chenalhó a causar problemas pero ni siquiera esto es verdad porque muchas veces hemos visto a los paramilitares pasearse tranquilamente por las comunidades y caminos de Chenalhó; además se están construyendo buenas casas, andan con carros nuevos trabajando de transportistas y se han convertido en nuevos prestamistas con el dinero que les regaló Sabines. Pero todavía siguió la historia. En el mes de octubre el gobierno detuvo cerca de Yabteclum a un hombre que su trabajo era arreglar armas. Poco después el gobierno hizo circular en algunos periódicos de Chiapas la versión de que las armas que le decomisaron eran para Las Abejas que pensaban vengarse de los paramilitares excarcelados. Ahí tenemos cuáles son los usos y costumbres del gobierno: decirle bien al mal, y mal al bien, decirle noche al día y día a la noche. Según el gobierno los culpables son inocentes y los inocentes son culpables; los asesinos son premiados y los asesinados son calumniados. La Corte de Justicia defiende la Impunidad, los intelectuales que dicen reformar y mejorar al sistema lo refuerzan y lo hacen peor (CIDE y Nexos) y los medios de comunicación que deberían comunicar al pueblo la verdad en realidad difunden puras mentiras. +++ Mientras tanto en el país el gobierno federal se dedica a insistirles a los mexicanos que apoyen las políticas violentas que aplica Felipe Calderón con el pretexto del crimen organizado. El gobierno estatal por su parte gasta millones de pesos en difundir en los medios, con la complicidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, las maravillas de su titular Juan Sabines que ya va a sacar de la pobreza a los chiapanecos por medio de sus Ciudades Rurales. Pero por muy bonitas que suenen sus palabras nosotros nos preguntamos si acaso ha cambiado algo en las políticas de contrainsurgencia del gobierno contra los indígenas y contra todos los mexicanos que buscan un México más justo. La política de Calderón contra los narcos no hace más que encubrir la violencia contra los movimientos y los dirigentes sociales. La política de Sabines no es otra cosa que tratar de comprar al pueblo por medio de promesas de regalos, como ha querido acallar a los sobrevivientes de Acteal ofreciendoles apoyos o pensión alimenticia. Por eso, la campaña por la verdad y el no olvido que hemos emprendido desde el 2007 es para decir la verdad, porque sin verdad no hay justicia y alertar a la sociedad civil nacional e internacional para que no caiga en las mentiras y juegos del mal gobierno. +++ A pesar de todas las violaciones, las trampas y las mañas del gobierno, ni los pueblos originarios ni la lucha por la justicia están vencidos. Nos alegra el corazón ver que nuestros hermanos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco que dieron inicio a su campaña por la liberación de sus presos en la Tierra Sagrada de Acteal, han logrado finalmente la libertad de Nacho del Valle y sus 11 compañeros presos, así como también el cese de la persecusión penal contra su hija América. Y aunque parezca increíble lo lograron en la misma Suprema Corte que no sólo se puso del lado de la impunidad en el caso de Acteal sino que también en el caso de Ulises Ruiz, en el caso de Mario Marín, en el caso de los responsables de los niños quemados en la guardería ABC; la Suprema Corte que se puso en contra de los electricistas del SME y ya no recordamos cuántos casos más. Algunos dicen que la Corte se pronunció a favor de los compañeros de Atenco porque Felipe Calderón quería golpear al gobernador del Estado de México, Peña Nieto, que quiere ser presidente en el 2012. No sabemos si ésta será la razón, pero nos hace pensar en algo que dice la Biblia: que un reino dividido contra sí mismo no puede durar mucho. Esto y la victoria de Atenco nos anima y fortalece nuestra esperanza. Con la esperanza renovada, el día de hoy, a un año de que la Suprema Corte de Injusticia añadió una mancha más a la impunidad en el caso Acteal, declaramos que: - Nuestra lucha por la verdad y la justicia no se negocia ni se condiciona con dinero o migajas o desechos del mal gobierno. - La masacre de Acteal es un crimen de estado, que no se olvida. - Seguiremos incansablemente denunciando la impunidad de los autores materiales e intelectuales de la masacre, porque somos los guardianes de la memoria y sin memoria el pueblo nunca tendrá justicia. - Señalamos como siempre a los autores intelectuales de la masacre: Ernesto Zedillo Ponce de León, Emilio Chuayffet Chemor, General Enríque Cervantes, Julio César Ruiz Ferro, General Mario Renán Castillo, Homero Tovilla Cristiani, Uriel Jarquin, David Gómez Hernández, Jorge Enríque Hernández Aguilar, Antonio Pérez Hernández, entre otros; todos cómplices de la masacre y a los Ministros de la Suprema Corte como cómplices encubridores. ¡No a la impunidad! ¡Nunca más otro Acteal! ¡Sí a la Memoria! ¡No al Olvido! Atentamente Por la mesa directiva: José A. Jiménez Pérez Agustín Gómez Pérez Lasaro Arias Gómez Francisco López Sántiz Agustín Mendez Paciencia Andrés Gómez VázquezOrganización de la Sociedad Civil Las Abejas
La voz de la Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas”
Reformas estructurales y lecciones desde el territorio zoque de Chiapas
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Este texto habla sobre las discusiones públicas que se llevan a cabo en
algunas localidades rurales de Chiapas en un escenario de reformas
estructurales em...
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