El gobernador electo Juan Sabines Guerrero dio a conocer el primer paquete de su gabinete, el sector social, en el que figuran excolaboradores de su antecesor Pablo Salazar, militantes del PRD, PT, Convergencia y del PRI; pero solo uno de ellos, el nombrado como secretario de Salud, sin militancia partidista es considerado brillante en su ramo.

El caso más emblemático es el del médico Javier Castellanos Coutiño, uno de los galenos reconocido a nivel nacional e internacional como uno de los innovaron en México las operaciones de transplantes de órganos.
Egresado de la UNAM, Castellanos Coutiño sólo tenía 32 años cuando, se fue becado a estudiar a la Universidad de Minessota, Estados Unidos. Regresó a México para iniciar las primeras operaciones de trasplante de riñón en el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
El médico, ahora de 62 años de edad, ha sido director del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, subdirector médico de esta institución y subsecretario de Salud. Es profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM y fundador de la Federación Iberoamericana de Trasplantes.
En una nota aparecida en El Universal, se dice que su primer paciente fue Alfonso Nuño Eleno, quien actualmente tiene 56 años de edad y se encuentra en perfecto estado de salud, a pesar de que sólo tiene un riñón.
Formador en la practica y en la academia de decenas de médicos que realizan transplantes en México, el Caribe y Centroamérica, en la década de los 70, Eduardo Echeverría, jefe de la División de Cirugía del hospital 20 de Noviembre, lo envió a un posgrado en cirugía avanzada en trasplantes en la Universidad de Minessota en donde estuvo dos años.
Su prestigio internacional de 30 años en el transplante riñones opaca la inexperiencia política y de servicio público de otros colaboradores al cual hoy Sabines nombró como parte del gabinete social.
Dos funcionarios que colaboraron con Pablo Salazar hoy repiten con Sabines en el gabinete social, Maria de los Ángeles Cruz Hernández en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), la misma oficina que ocupó el sexenio que fenece y el actual secretario de Educación, Alfredo Palacios que se irá al Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta).
Cruz Hernández, con la experiencia acumulada en el servicio públicos estos seis años pasado la prolongará sin duda con las mismas políticas públicas que desarrolló Salazar, es decir, la continuidad.
Palacios, hizo un buen papel en Educación, prueba de ello es que es uno de los pocos colaboradores de Salazar que duró el sexenio completo en ese lugar pese a los vendavales magisteriales.
Se va a una oficina que le gusta, el CONECULTA. Su trayectoria de maestro y teatral lo ha vinculado al ámbito de la investigación histórica.
Algunos personajes desconocidos como Elvira Pola Figueroa en el Instituto Estatal para la Educación de los Adultos; Jesús Lizárraga en el Instituto de Medicina Preventiva.
Militantes del PRI como Lourdes López Moreno en el Instituto de Historia Natural y Ecología; Ayde Ocampo Olvera en el Instituto de la Juventud, Aminta Natarén en el Instituto de Desarrollo Humano y Alma Rosa Cariño en la Procuraduría de la Defensa de la Mujer.
La única militante del PRD es Deysi Castillo a quine le asignaron el Instituto de la Mujer; el único militante de Convergencia en este paquete es Herminio Chanona Pérez que se va a la Secretaría de Educación; y, el único militante del PT, Oscar Mendoza Narcía en el instituto Estatal de seguridad social al servicio de los trabajadores de Chiapas (ISSSTECH).
Del PVEM, Martha Ruth Flores Constantino que quedó en el Instituto del Deporte. Un líder de la OCEZ-CNPA, Fernando López Hernández a la Secretaría de Pueblos Indios.
La Coordinación del Gabinete Social estará a cargo de María Cruz Hernández.
En síntesis este primero paquete tiene algunas características: la mayoría son mujeres, ocho mujeres y seis hombres; hay una carga de funcionarios con trayectoria priísta. Salvo el Secretario de Salud y los funcionarios pablistas, el resto estarán por vez primera en la primera línea de la trinchera del servicio público.
El de mayor edad es Castellanos Coutiño con 62 años y la más joven, Ayde Ocampo con 26 años.
Salvo las excepciones antes expuestas , podríamos decir que éste es un gabinete enano, propio de quien los nombró en ese cargo.
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