PUNTOS POLÉMICOS

Pablo Morales 

Pio López Obrador y el cerco informativo

 

De no haber sido por la decisión de Andrés Manuel López Obrador, Juan Sabines Guerrero jamás hubiera sido candidato a gobernador por el PRD en el 2006. Nunca hubiera participado en el proceso electoral y por consiguiente no estuviera al frente del Ejecutivo Estatal en Chiapas.

En ese entonces, el PRI lo había hecho a un lado para postular a José Antonio Aguilar Bodegas, mientras que las dirigencias estatales del PT y PRD habían optado por postular a Rubén Velázquez López como su candidato.

Sin embargo, la marcada diferencia entre el gobierno de Pablo Salazar y Andrés Manuel López Obrador, así como las circunstancias de ese momento, influyeron para que el excandidato presidencial inclinara su preferencia hacia Juan Sabines, de tal manera que las dirigencias nacionales y estatales del PT y PRD llegaron a un consenso para aceptar la candidatura que ya tenían reservada para otro. De esta manera, Juan Sabines Guerrero fue postulado candidato a gobernador, mientras que al ex Secretario de Gobierno se le dio como consolación la Senaduría de la república.

Las estructuras de los comités ciudadanos de Andrés Manuel también se pusieron a disposición del entonces candidato a gobernador y lograron ganar la elección en medio de un resultado muy competitivo con José Antonio Aguilar Bodegas del PRI.

El escenario cambió de pronto siendo Sabines gobernador. Los compromisos fueron olvidados y la ingratitud se abrió paso en toda su amplitud.

En el escenario actual del proceso electoral del 2009, esta situación adquiere relevancia. Pío López Obrador, quien trabajó con sus estructuras para colaborar con el triunfo de Sabines, enfrenta ahora escollos que no se sabe con certeza si provienen directamente del mismo gobernador o de funcionarios de primer nivel.

Lo cierto es que Pío mantiene un cerco infomativo local, aunque hay excepciones destacadas de algunos diarios capitalinos. Hay información de los propios comunicadores que reciben mensajes contrarios a las invitaciones de prensa que el equipo del precandidato realiza. Reciben mensajes de que se cancelan las conferencias de prensa con el propósito de que ninguna fuente cubra la información, además de que se bloquean las notas generadas por el precandidato en sus ruedas de prensa.

En la reciente visita de Andrés Manuel López Obrador contados diarios locales dieron muestras de profesionalismo e imparcialidad. Otros ni siquiera tocaron el asunto, mientras que uno más difundió un intento de boicot en uno de los eventos para agradar a instancias oficiales.

En su recorrido por cinco colonias de la ciudad capital de Tuxtla Gutiérrez, un grupo de 3 señoras de Las Granjas intentaron opacar el acto con desdeñosas mantas hacia Andrés Manuel López Obrador y su hermano Pío. Fueron, a decir de los propios asistentes, personas especialmente pagadas para realizar esa acción, sin embargo este incidente no tuvo mayor trascendencia y los actos se llevaron con éxito en Tuxtla Gutiérrez; inclusive, las manifestantes terminaron por escuchar y aplaudir el discurso certero y enérgico del denominado Gobierno Legítimo.

Ante las insistentes preguntas de corresponsales nacionales sobre la posible intervención de Juan Sabines en el proceso electoral, tanto Andrés Manuel como Pío López Obrador, fueron cautos. Manifestaron su confianza de que el Ejecutivo Estatal no va a intevenir en el proceso porque está impedido constitucionalmente, y también porque políticamente no sería conveniente, sin embargo habría qué preguntarse de dónde proviene ese cerco informativo que, afortunadamente, Pío se ha encargado de romper con un exhaustivo recorrer de casa por casa.

Los propios corresponsales calificaron como ingenuo pensar que no haya una intervención oficial para impedir el triunfo de Pío López Obrador en el distrito IX, pero ambos políticos se mostraron convencidos de que esto no ocurrirá en Chiapas con el gobernador Sabines, o al menos así lo expresaron en palabras. No obstante están seguros que habrá una embestida del gobierno calderonista para tratar de manipular a la gente con regalos, despensas y usos de programas sociales.

En realidad, Juan Sabines no le convendría poner piedras a la campaña de Pío  por muchas razones. Primeramente porque sería ingrato y poco ético estar en contra de quiénes le apoyaron para llegar hasta en donde está, pues si bien está impedido para apoyarlos, también es ilícito entrometerse para beneficiar a otro candidato. Lo conveniente sería estar al margen de todo: ni a favor ni en contra.

En segundo término, la opinión de Andrés Manuel López Obrador tiene no solamente resonancia local, sino también nacional e internacional, por lo que no sería nada agradable para él que su gobierno esté en dudas en el ámbito político nacional, y cuya imagen de buen gobierno trata de mantener inalterable hasta hoy a través de la prensa local.

En estas circunstancias, no sería favorable que el gobierno de Chiapas se inmiscuyera en un proceso que solamente compete a los ciudadanos definirlo, porque de hacerlo no solamente estaría metiendo las manos sino también las patas, por lo que es pertinente analizar esta situación desde su propio gabinete.

Andrés Manuel mantiene su liderazgo. Las encuestas repuntan nuevamente a su favor en medio de esta situación de crisis económica, de inseguridad y de violencia nacional, por lo que sería desafortunado de que Chiapas estuviera en la opinión pública del país como uno de los estados con mayor intervención  oficial en este proceso electoral.

Quizá lo importante de todo este cerco informativo es el mensaje que se envía: hay una preocupación oficial por la candidatura de Pío López Obrador. Quizá sabiendo todo esto es que él ha decidido redoblar esfuerzos para volver a recorrer todas las secciones de este distrito en la campaña que iniciará el próximo 3 de mayo.

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