¿Por qué Chiapas es pobre?
Escrito por Jorge López Arévalo
Lunes, 09 de Marzo de 2009
Una pregunta que siempre se debe plantear en relación a Chiapas es, ¿por qué somos un estado pobre?Esta no es una preocupación nueva sobre por qué unas regiones o países son tan ricos y otros tan pobres. La cuestión de la riqueza de los países ya viene siendo discutida desde que Adam Smith la abordó en su obra más conocida “Acerca de la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”, conocida popularmente por la “Riqueza de las naciones”. En ella demostró la riqueza de los países dependía del interés de los individuos que movidos por su propio interés, sin proponérselo lograban el bienestar de los demás. Es decir, por ejemplo, si alguien pone una panadería lo hace para obtener beneficios, pero a su vez genera empleo y produce un alimento básico. Era la mano invisible que guiaba la economía según Smith, tesis bastante discutible.
Existen dos líneas básicas de pensamiento para contestar esta interrogante y de manera muy esquemática y quizás maniquea para la mejor comprensión. Una dice que algunos Estados o países son ricos y otros pobres debido a que “los ricos son buenos y los pobres malos”; es decir, los estados o países ricos, trabajan duro, poseen conocimientos y educación, un buen gobierno, son eficientes y productivos.
La otra explicación es la contraria y sostiene la causa de la pobreza está en que “los ricos son malos y los pobres buenos” puesto que los ricos son codiciosos, no tienen escrúpulos, son agresivos y explotan a los pobres, mientras que los países pobres, son débiles, inocentes, virtuosos y vulnerables.
De algunos prejuicios viene ese dicho mexicano que sentencia: el norte trabaja, el centro piensa y el sur descansaSobre este importante tema, que preocupa a los economistas, una argumentación parece excluir necesariamente a la otra. Sin embargo, para reducir la distancia entre estados o países ricos y pobres hay que aplicar estrategias de política económica diferentes a las actuales. ¿Por qué los países son ricos? probablemente porque son más productivos, es decir, consiguen producir más por hora trabajada; tienen mayor productividad.
¿Qué deben hacer los países pobres para salir de la pobreza? Alcanzar un crecimiento sostenido, pero éste no es posible sin aumentos en la productividad, que sólo se consigue con inversiones en capital físico, buenas instituciones, educación y formación profesional de la mano de obra y progreso tecnológico. Nos lo dice la historia: antes o después, la creación y asimilación de nuevos conocimientos y formas de organización determinan el desarrollo.
Un estado es pobre porque su producción no crece o lo hace a un ritmo más lento que las regiones más dinámicas y con el tiempo las distancias se van haciendo más significativas. El crecimiento económico puede ser explicado por varios componentes. Algunas de las variables que pueden influir en el crecimiento son la inversión, el stock de capital, el índice de crecimiento de la mano de obra, el capital humano o el incremento en la calidad media del trabajo, que afectan la productividad media del trabajo. También influyen la situación geográfica, recursos naturales, calidad de las instituciones, etcétera. Pero también la corrupción es un problema muy grave que impide el libre desarrollo y crecimiento de la economía, pues los recursos que se deberían canalizar hacia el mejoramiento de la infraestructura física e inteligente van a parar a manos de unos cuantos, dando lugar a que los gobiernos se vuelvan fábricas de ricos sexenales.
En síntesis, el crecimiento de cualquier economía depende del aumento en sus factores de producción o de los incrementos de cada año en términos de capital físico y humano que se utiliza para producir las mercancías y servicios dentro de la economía, es decir para producir más y mejor. Si los factores de producción no aumentan y la producción de bienes y servicios se estanca o retrocede como en Chiapas, estamos ante una situación grave. No es de un sexenio ni del pasado ni del presente y tampoco lo será del futuro, es un problema de orden estructural y no se solucionará con medidas que no ataquen la causa que reproducen esa situación y que nos condenan a estar en los últimos lugares en el país en todos los indicadores de bienestar.
En Chiapas se requiere una especie de Plan Marshall o Plan de Rescate, que nos ponga en sintonía con el país, pero se requiere mayor eficiencia y transparencia en el manejo del gasto público que es creciente desde el levantamiento zapatista. Hoy no se puede decir que Chiapas aporta al país y por eso estamos pobres, hoy el país le da transfusiones de recursos a Chiapas en cantidades crecientes y ni así crece la economía.
El rezago de Chiapas tiene muchos años y podemos decir que casi todo el siglo XX se fue rezagando, excepto el periodo 1970-1980 cuando tuvo un crecimiento económico importante, pues de 1900 a 1990 apenas creció en 1 por ciento y eso hizo que se rezagara frente al país y que la distancia entre el estado más rico y más pobre se ampliara. Lo mismo ocurrió en el periodo 1980-2006 que son casi tres décadas perdidas para Chiapas, pues la riqueza por habitante no sólo no se vio incrementada sino que disminuyó.
Se podría inferir que sólo en los años de 1970-1980 la economía de Chiapas era boyante. Porque también se conjugaron varias cosas positivas como el descubrimiento y explotación de yacimientos petrolíferos y la construcción de grandes obras hidroeléctricas, construcción de carreteras y electrificación de pueblos, pero además por lo que significó la lucha contra el caciquismo que libró el gobierno de Manuel Velasco Suárez en esa época y que quitó algunos obstáculos al desarrollo del capitalismo. Sin embargo esas formas se adaptaron y metamorfosearon y siguen constituyendo un lastre, aunque el movimiento campesino y el levantamiento zapatista la diezmaron pero no hubo que sustituyera a esas formas arcaicas de producción y organización de la sociedad chiapaneca.
Si consideramos además que la formación uniones económicas y monetarias, las áreas de libre comercio y las uniones aduaneras afectan la distribución de la actividad económica dentro de las regiones de un país, dando lugar también a regiones ganadoras y perdedoras.
La experiencia Europea ha sido hacia la convergencia, con los países con ingresos per capita bajos creciendo por encima de los países con un alto nivel de ingresos per capita y ello en gran medida se debió a los fondos de cohesión que beneficiaban a las regiones más pobres en inversión de obras de infraestructura y formación de recursos humanos.
Sin embargo, en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte no se contempló ningún mecanismo de compensación para las regiones más pobres, luego entonces se han profundizado las desigualdades regionales y aumentado la pobreza.Lo anterior se puede apreciar en todos los indicadores de bienestar, donde ocupamos el último lugar si se trata de índice de desarrollo humano o producto interno bruto por habitante o el primero si es de de pobreza en todas sus acepciones: alimentaria, de capacidades y patrimonio y el segundo en marginación (ver gráficas).
Los indicadores no son el problema como piensan algunos, son resultados de que algo no funciona en la economía chiapaneca. La dispersión de la población que vivimos tampoco es el problema es un resultado de que la economía no crece y no se jala a la población del medio rural, como si ocurre en China donde se da el mayor trasvase de población rural a urbana del mundo (más de 300 millones de campesinos emigraron a las ciudades en los últimos años).
En Chiapas la salida ha sido la emigración a otros estados más dinámicos del país y a Estados Unidos, por eso se puede ver que las comunidades de menos habitantes crecen, que es el primer paso de la desruralización. La pobreza, los indicadores y lo rural no son el problema sino el resultado de que la economía no crece. Es un problema estructural y eso hay que cambiar. No hay de otra, lo demás es demagogia y veremos que en otras décadas estaremos hablando de lo mismo sino se remedia lo que causa el problema y se ataca sólo los síntomas.
La civilización global que sin duda emergerá después de esta grave crisis económica que padecemos y que seguramente dará lugar a un nuevo modelo económico, exige que realicemos ahora un cambio ético en muchas instituciones y, en particular, en los gobiernos, los bancos, las empresas y las universidades, para eliminar los efectos negativos del capitalismo salvaje, que restó viabilidad a las economías débiles y principalmente agrícolas.
Hoy en Chiapas algunas regiones que eran consideradas prósperas las volvió pobres, como el Soconusco y la Frailesca y a las pobres las empobreció más. Es necesario ir buscando y construyendo alternativas, ese es el gran reto. Para ello no debemos partir de la visión maniquea de que somos pobres porque somos buenos y los malos no explotan y se llevan nuestras riquezas. Hoy Chiapas no subsidia al centro, sino que el país subsidia a Chiapas en forma creciente. Hoy no sigue siendo válida aquella tesis de “Chiapas, tierra rica, pueblo pobre”, de Thomas Benjamin. “Hoy es tierra pobre, pueblo pobre”, en eso convirtieron a Chiapas las políticas económicas del neoliberalismo salvaje.
Este tema no es nuevo. Se viene planteando desde Adam Smith que se preguntaba ¿Por qué hay países que son pobres y otros que son ricos? Nos debemos preguntar ¿Por qué Chiapas es pobre y algunos otros estados de México son ricos? ¿Nos seguiremos preguntando eso mismo en generaciones venideras?
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