RESULTADOS DE LA ENCUESTA NACIONAL DE OCUPACIÓN Y EMPLEO EN EL CUARTO TRIMESTRE DE 2008 DEL ESTADO DE CHIAPAS

 ·         En el cuarto trimestre de 2008, la Población Económicamente Activa (PEA) de Chiapas es de un millón 624 mil personas[1], que representan el 54.3% de la población de 14 años y más. De ésta, el 97.1% está ocupada y 2.9% desocupada.

·         La tasa de condiciones críticas de ocupación en la entidad, es de 29.5 por ciento. Casi llega a triplicar el promedio nacional.

·         Un millón 577 mil personas están ocupadas, monto inferior en poco más de 51 mil al registrado durante el cuarto trimestre de 2007.

·         Por sector de actividad económica, 48 de cada 100 están en el sector terciario o de servicios; 39 en el sector primario o agropecuario; y 13 en el secundario o industrial.

·         La población subocupada asciende a 98 mil personas, 49 mil menos al registrado un año antes.

·         La población ocupada en el sector informal es de 334 mil personas, 65 mil menos que el registrado durante el cuarto trimestre de 2007.

·         La Población No Económicamente Activa (PNEA) del estado de Chiapas es de un millón 370 mil personas, de las cuales, 222 mil están disponibles para incorporarse al mercado laboral.

 El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer 

los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondientes al trimestre octubre-diciembre de 2008. 

1. Población económicamente activa

En el cuarto trimestre de 2008, un millón 624 mil personas (54.3%) de 14 años y más, participan en la producción de bienes y servicios (PEA); mientras que un año antes fue de un millón 663 mil (56.8 por ciento). En términos absolutos, la población económicamente activa disminuyó en 39 mil personas. Por sexo, 83 de cada 100 hombres de 14 años y más son económicamente activos, en el caso de las mujeres, 29 de cada 100 están en esta situación.

1.1 Población ocupada

Al interior de la PEA, es posible identificar a la población que está participando de manera activa en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio (población ocupada), la cual en el periodo octubre-diciembre de 2008 alcanza un millón 577 mil personas (gráfica 1), de éstas, un millón 135 mil son hombres y 442 mil son mujeres. Con relación al mismo trimestre del 2007, se observa un decremento de poco más de 51 mil ocupados (3.2 por ciento); decremento que se refleja en la población femenina con similar valor absoluto, en cambio la masculina se incremento en un mil personas.

- Por sector de actividad

Al considerar a la población ocupada con relación al sector económico en el que labora, se observa que un mayor número de personas trabajan en el sector terciario o de servicios con 748 mil (47.4%), le sigue con 615 mil (39%) los que trabajan en el sector primario o agropecuario, 211 mil (13.4%) en el secundario o industrial y 3 mil (0.2%) no especifican el sector de actividad económica donde laboran. La población masculina tiene una mayor participación en el sector primario, pues el 52.5% labora en actividades agropecuarias; en cambio la femenina se concentra en el sector terciario con 86.2% de las ocupadas. La participación que registró cada uno de los sectores económicos en el cuarto trimestre de 2007, fue en el mismo orden de 755 mil, 623 mil y 247 mil (gráfica 2). Lo anterior, permite observar un decremento en los tres sectores; siendo el más grande en el secundario con 36 mil personas, mientras que el primario y terciario alrededor de 7 mil chiapanecos cada uno.

­- Por Posición en la Ocupación

Si se observa a la población ocupada en función de su relación con los medios de producción y con la propiedad de los bienes y servicios generados en el cuarto trimestre de 2008, se tiene que 808 mil personas (51.3%) son trabajadores subordinados y remunerados; le siguen los trabajadores por cuenta propia, que ascienden a 497 mil (31.5 por ciento); los trabajadores no remunerados a 208 mil (13.2%) y los empleadores a 64 mil personas (4 por ciento). Gráfica 3.

Los datos obtenidos un año atrás, muestran un incremento de 73 mil (9.9%) trabajadores subordinados y remunerados; y disminuciones de 43 mil (8%) trabajadores por cuenta propia, 41 mil (16.7%) trabajadores no remunerados, y de 39 mil (38.5%) empleadores.

- Algunas otras condiciones de trabajo

La población ocupada desempeña una gran variedad de tareas con distinta intensidad. Es así que, mientras por un lado 106 mil (6.7%) personas trabajan menos de 15 horas semanales, 429 mil (27.2%) laboran más de 48 horas. En promedio durante el cuarto trimestre de 2008, la población ocupada chiapaneca trabajó jornadas de 41.8 horas a la semana.

Otro enfoque desde el cual puede caracterizarse a la población ocupada, es el que se refiere al tamaño de la unidad económica en que labora. En función de ello, si sólo se toma en cuenta al ámbito no agropecuario (que comprende 951 mil personas ocupadas), en el cuarto trimestre de 2008; poco más de la mitad, 510 mil personas (53.6%) están ocupadas en micronegocios; 188 mil (19.8%) lo hacen en establecimientos pequeños; 67 mil (7%) en establecimientos medianos; 32 mil (3.4%) en establecimientos grandes; 79 mil (8.3%) en el sector público (federal, estatal y municipal) y los restantes 76 mil (8%) se ubican en otro tipo de unidades económicas (cuadro 1).

Durante el año que media entre el cuarto trimestre de 2007 y 2008, el monto de la población ocupada en establecimientos del ámbito no agropecuario disminuyó en
42 mil trabajadores. Los principales aumentos se presentan en los pequeños establecimientos con 13 mil (7.7%) y en otro tipo de unidades económicas con 7 mil (9.5 por ciento). En cambio los decrementos se observan en los micronegocios con 61 mil (10.7%) y en el
sector público con 12 mil (13.6 por ciento).

 

1.1.1. Trabajadores subordinados y remunerados

Como se mencionó anteriormente, los trabajadores subordinados y remunerados representan el 51.3% (808 mil chiapanecos) del total de la población ocupada; de los cuales, casi dos terceras partes (64.2%) labora en el sector terciario de la economía, el 18.3% en el sector primario, el 17.2% en el secundario y, quedando sin especificar el 0.3% restante.

El 36.3% (294 mil personas) del total de trabajadores subordinados y remunerados, tiene acceso a instituciones de salud como prestación por su trabajo y el 63.5% (513 mil) no cuenta con este apoyo, el 0.1% (mil trabajadores) no especifica si cuenta con acceso a este servicio.

Un total de 342 mil (42.3%) disponen de un contrato escrito, mientras que 466 mil (57.7%) no cuentan con el mismo. Por sexo, de la población femenina subordinada y remunerada, el 50.9% dispone de un contrato por escrito y el 49% no cuenta con éste, el restante 0.1% no especificó su condición; en el caso de la población masculina estos porcentajes ascienden a 38.5 y 61.5%, respectivamente.

Asimismo, 356 mil (44%) reciben alguna prestación laboral por su trabajo (reparto de utilidades, aguinaldo, vacaciones u otra), por el contrario, 451 mil (55.8%) carecen de este beneficio, quedando sin especificar mil trabajadores (0.2 por ciento).

1.1.2     Población subocupada

Otra forma de caracterizar a la población ocupada, es en función de su condición de subocupación, entendida ésta como la necesidad y disponibilidad de ofertar más horas de trabajo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario. Al respecto, se observa que en el cuarto trimestre de 2008, la población subocupada en el estado asciende a 98 mil personas, es decir, 49 mil personas menos respecto del total cuantificado en el cuarto trimestre de 2007, por lo cual la tasa de subocupación pasó de 9 a 6.2 por ciento. La presencia de la subocupación es mayor en el sector terciario, pues 46 de cada 100 personas se encuentran en esta condición; mientras que en los sectores primario y secundario, esta proporción es de 41 y 13 personas, respectivamente.

El 90.8% de la población femenina subocupada se ubica en el sector terciario de la economía y el 9.2% en el sector secundario o industrial (en el sector primario no presentó esta condición). Para la población masculina en esta condición, el 54.2% se ubica en el sector primario, 31.4% en el terciario, 14.2% en el secundario y 0.2% no especifica su actividad.

 1.1.3 Población ocupada en el sector informal

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, permite contabilizar a la población que participa en el sector de los hogares[2], la cual durante el cuarto trimestre de 2008 representa el 31.4% de la población ocupada chiapaneca. Dentro de este sector de los hogares, se encuentran las unidades económicas identificadas por su modo
de operación, como del sector
informal[3]. Los datos muestran que a nivel estatal, en el trimestre de referencia, la tasa de ocupación en dicho sector es de 21.2%
(334 mil personas), esta cifra registra un decremento con relación al año anterior de 3.3 puntos porcentuales.

Por sexo, la población femenina presenta mayor participación en el sector informal; registrando una tasa de 34.3%, indicador menor respecto al mismo trimestre de 2007 (42.2 por ciento). Es importante destacar que el valor del  indicador en las mujeres es de más del doble que el de los hombres (ver gráfica 4).

1.2 Población desocupada

Como se ha reiterado en diversas ocasiones, la ocupación presenta distintos grados de intensidad según sea la perspectiva desde la cual se le observa. Una de éstas es la que se refiere a la población con trabajo cero; es decir, se trata de la población desocupada, la cual no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia, pero manifestó su disposición por hacerlo e hizo alguna actividad por obtenerlo en algún momento del último mes transcurrido.

En el cuarto trimestre de 2008, la población desocupada en el estado es de 47 mil personas, con lo cual la tasa de desocupación resultante es de 2.9 por ciento. Este indicador se incrementa con respecto al mismo trimestre de 2006 y 2007. Por sexo, se observa que la población femenina registra mayores tasas de desocupación.

 

2. Población no económicamente activa

La población no económicamente activa (PNEA) agrupa a las personas que no participan en la actividad económica, ni como ocupados ni como desocupados. En el cuarto trimestre de 2008, un millón 370 mil personas, es decir, el 45.7% del total de la población de 14 años y más, integran este grupo. De éstos, el 83.8% (un millón 147 mil) declara no estar disponible para trabajar, debido a que tiene que atender otras obligaciones, o tiene interés pero se encuentra en un contexto que le impide poder hacerlo (tiene impedimentos físicos, obligaciones familiares o está en otras condiciones). Por su parte, el 16.2% (222 mil) se declara disponible para trabajar pero no llevó a cabo acciones al respecto, por lo que se constituye en el sector que eventualmente puede participar en el mercado laboral como desocupado u ocupado (cuadro 3).

Con relación al cuarto trimestre de 2007, la PNEA aumentó en 107 personas (8.5 %); de acuerdo a la disponibilidad de esta población para trabajar, se tiene que aquella que está disponible disminuyó en 18 mil, en consecuencia, la no disponible para trabajar aumentó en 125 mil personas.

Por sexo, 83 de cada 100 personas de la PNEA son mujeres (un millón 137 mil), y dentro de este universo, 15.5% están disponibles para trabajar; en el caso de la población masculina el  19.6% están disponibles.

3. Comparativo entre las entidades de la Mesoregión Sur-Sureste

Además de registrar de manera permanente el comportamiento del empleo a nivel nacional, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo proporciona información para las 32 entidades federativas. De esta forma, se puede conocer la complejidad del fenómeno ocupacional a nivel regional o nacional.

A continuación se presenta el comportamiento de cuatro de las principales variables del empleo, en los nueve estados que conforman la Mesoregión Sur-Sureste del país (Campeche, Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz de Ignacio de la Llave, Guerrero y Puebla de Zaragoza).

El estado de Chiapas por su población ocupada se sitúa en el tercer lugar (considerando de mayor a menor volumen) en la Mesoregión, con un millón 574 mil trabajadores,  por debajo de  los estados  de Veracruz  de  Ignacio de  la  Llave con 2 millones 774 mil y Puebla de Zaragoza con 2 millones 263 mil trabajadores. En el otro extremo se encuentran Tabasco, Quintana Roo y Campeche, con 759 mil, 632 mil y 337 mil personas ocupadas, respectivamente.

Por otro lado, Chiapas presenta la segunda tasa más baja de participación económica (cociente de la PEA y la población de 14 años y más de edad) de la Mesoregión con 54.3%, sólo por arriba de Veracruz de Ignacio de la Llave (con 53.7 por ciento). En cambio, las tasas de participación más altas las reporta Quintana Roo (68.7%), Yucatán (63.4%) y Guerrero (59.8%), gráfica 5. La tasa de participación a nivel nacional es de 58.1 por ciento.

En lo que se refiere a la tasa de trabajo asalariado (proporción de la población ocupada que percibe un sueldo, salario o jornal), Chiapas (46.9%) junto con Oaxaca (41.6%) y Guerrero (41%), son de las entidades que registran las menores proporciones de trabajadores asalariados; por el contrario, los valores más altos los registran Tabasco (68.3%) Quintana Roo (67.1%), ambos por arriba del  indicador nacional (63.2 por ciento).


 

Por lo que corresponde a la Tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), que se refiere al porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos. Chiapas ocupa el primer lugar con un valor de 29.5%, le sigue Oaxaca con el 17.2 por ciento; mientras que Tabasco y Quintana Roo muestran las tasas más bajas, con 11.5 y 7%, respectivamente.

 

Cabe señalar que a nivel nacional la TCCO es de 10.5 por ciento. Así, excepto Quintana Roo, todas las entidades que conforman la Mesoregión Sur-Sureste registran tasas de condiciones críticas de ocupación superiores al promedio nacional. Ver gráfica 7.

Aspectos metodológicos

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) se aplica a los miembros del hogar de una vivienda seleccionada a través de técnicas de muestreo.

El esquema de muestreo es probabilístico, bietápico, estratificado y por conglomerados; tiene como unidad última de selección las viviendas particulares y como unidad de observación a las personas.

Una vez que una vivienda ha sido seleccionada se le vuelve a visitar cada tres meses hasta completar un total de cinco visitas. Llegado a este punto, todo el grupo de viviendas que completó ese ciclo es sustituido por otro grupo que inicia su propio ciclo. A estos grupos de viviendas según el número de visitas que han tenido se les denomina páneles de muestra y en cada momento en campo hay cinco páneles, es decir, cinco grupos de viviendas a las cuales, se les realiza su primera, segunda, tercera, cuarta o quinta visita. Así, siempre hay una quinta parte de la muestra que es totalmente nueva en tanto que las otras cuatro quintas partes ya habían sido visitadas tres meses atrás. Este esquema permite darle a la muestra una combinación de estabilidad y renovación al tiempo que permite a los investigadores especializados tanto en la temática laboral como demográfica rastrear los cambios que han tenido los hogares a lo largo del tiempo que permanecieron en la muestra (estudios longitudinales).

El hecho de que cada vivienda tenga una probabilidad de selección, se traduce en que todos sus residentes son representativos de otros muchos en su área de residencia (dominio de muestra) tanto en sus características sociodemográficas como socioeconómicas, de modo que los resultados obtenidos se generalizan para toda la población que representan, lo cual se hace mediante los denominados factores de expansión, que son el inverso de las probabilidades de selección de las viviendas. Cada factor de expansión toma pues en cuenta el estrato socioeconómico y el ámbito geográfico que corresponde a la vivienda seleccionada.

Cabe señalar que los factores de expansión se corrigen por el porcentaje de viviendas habitadas y seleccionadas en muestra, más las seleccionadas pero no entrevistadas ya sea por rechazo o por no encontrarse alguien al momento de la visita. Además, para asegurar que se obtenga la población total, los factores de expansión ajustados por la no respuesta se corrigen por la proyección de población acordada por un grupo colegiado conformado por expertos demógrafos del Consejo Nacional de Población, el Colegio de México y el INEGI.

La encuesta está diseñada para dar resultados a nivel nacional y el agregado de 32 áreas urbanas para cada trimestre del año. También permite que el nivel nacional pueda desagregarse en cuatro dominios: I) localidades de 100 000 y más habitantes, II) de 15 000 a 99 999 habitantes, III) de 2 500 a 14 999 habitantes y IV) menos de
2 500 habitantes. A su vez, en cada trimestre se acumula un número suficiente de viviendas (120 260) para tener representatividad por entidad federativa, en tanto que el agregado de 32 áreas urbanas puede arrojar datos para cada una de ellas. Como preliminar de la información trimestral se proporciona asimismo información mensual con un tercio de la muestra; ese tercio no permite la desagregación arriba descrita para el trimestre pero sí garantiza tener, para cualquier mes transcurrido, el dato nacional y el del agregado de 32 áreas urbanas, de modo que puedan contrastarse para uno y otro ámbito (nacional y urbano) los niveles que respectivamente presentan la desocupación y la subocupación. En el calendario de difusión del INEGI -disponible en su página de Internet- se indica en qué fecha será proporcionada la información correspondiente a un mes de levantamiento y en qué otra la información de un trimestre, más abundante y a detalle.

En el plano conceptual, la ENOE toma en cuenta los criterios que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propone dentro del marco general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que permite delimitar con mayor claridad a la población ocupada y a la desocupada, además de facilitar la comparabilidad internacional de las cifras de ocupación y empleo. La ENOE asimismo incorpora el marco conceptual de la OIT y las recomendaciones del Grupo de Delhi relativas a la medición de la ocupación en el Sector Informal. La encuesta está diseñada para identificar sin confundir los conceptos de desocupación, subocupación e informalidad, así como para tomar en cuenta y darles un lugar específico a aquéllas otras personas que no presionan activamente en el mercado laboral porque ellas mismas consideran que ya no tienen oportunidad alguna de competir en él (mujeres que por dedicarse al hogar no han acumulado experiencia laboral, personas maduras y de la tercera edad, etc.).

A lo anterior se añade que el diseño de la ENOE está enfocado a proporcionar abundantes elementos para caracterizar la calidad de la ocupación en México al considerarse que este aspecto es analíticamente tan relevante como el de la desocupación misma o cualquier otro fenómeno de desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo. No menos importante es que el diseño de la encuesta ha abierto más posibilidades para el enfoque de género relativo tanto al ámbito del trabajo como a la marginación con respecto a dicho ámbito.

Información mucho más amplia sobre los resultados publicados en este comunicado puede obtenerse en los centros de información del INEGI y en los sitios en Internet del propio Instituto (www.inegi.org.mx) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (www.stps.gob.mx), instituciones que se esfuerzan en proporcionar a la sociedad, cada día, más y mejor información sobre el comportamiento del mercado laboral mexicano.

 

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 1]     Población de 14 o más años de edad que durante el periodo de referencia realizaron una actividad económica (población ocupada) o buscaron activamente hacerlo (población desocupada abierta en las últimas cuatro semanas), siempre y cuando hayan estado dispuestos a trabajar en la semana de referencia.

[2]     Unidades económicas no constituidas en sociedad, en el sector informal más la que realiza trabajo doméstico remunerado o agricultura de autosubsistencia.

 [3]     Se refiere a todas aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas con un status independiente de esos hogares. El criterio operativo para determinar la situación no independiente de las unidades de producción con respecto al hogar, lo da la ausencia de prácticas contables convencionales, susceptibles de culminar en un Balance de Activos y Pasivos; el que no se realicen, quiere decir que no hay una distinción entre el patrimonio del hogar y el de la empresa, ni tampoco hay una distinción entre los flujos de gasto del negocio de los del hogar (por ejemplo: gastos de electricidad y teléfono, uso de vehículos, etc.).