Autoridades examinan la escena del crimen, donde se localizaron cinco cadáveres, decenas de casquillos de fusil y dos vehículos marca Toyota Prado.
POR LEONARDO CERESER Y MIKE CASTILLO
PRENSA LIBRE DE GUATEMALA
http://www.prensalibre.com.gt/pl/2008/diciembre/01/280343.html


Aparentes inconformidades por los resultados de un jaripeo en Santa Ana Huista, Huehuetenango, habría generado un enfrentamiento armado entre grupos de supuestos narcotraficantes, con saldo de cinco muertos. Extraoficialmente se informó de otros 15 fallecidos, aunque al cierre de esta edición las autoridades no habían ingresado en el lugar.

Los hechos se iniciaron a las 15 horas de ayer, cuando, según versiones policiales, grupos armados que ingerían licor durante un jaripeo se enfrentaron al reñir por el resultado de una apuesta.

La carrera se efectuaba en la aldea Agua Zarca, Santa Ana Huista, cerca de la frontera con México.

Versiones señalan que decenas de personas observaban la carrera de caballos cuando los grupos, donde habrían participado mexicanos, se enfrentaron a balazos, los cuales alcanzaron a un buen número de presentes, quienes fallecieron en el lugar.

Según el socorrista Melvin López, observó que en el lugar había unos 15 cadáveres y dos heridos, quienes fueron trasladados al Hospital Nacional de Huehuetenango.

Narró que debieron abandonar rápidamente la aldea, debido a que la balacera seguía. La versión de López fue la única que se tuvo, ya que al cierre de esta edición ni la Policía Nacional Civil (PNC) ni el Ejército habían llegado a la escena.

A unos 12 kilómetros del lugar del enfrentamiento, ocurrió otro tiroteo, en el kilómetro 341 de la ruta que une la cabecera departamental con Nentón.

Allí fueron ultimadas cinco personas, identificadas como Fredy Valentín Castillo Herrera, de 35 años, quien tenía antecedentes policiales por comercio y tráfico ilícito de drogas —5 abril de 2002—, Gabino López Méndez, de 30, Walfred Castillo Samayoa, de 28, Carlos Evangelino Herrera Ríos, de 32, y otro hombre.

Las autoridades acordonaron un área de 800 metros sobre la cinta asfáltica, donde quedaron al menos 100 casquillos de fusil AK 47 y de pistola 9 mm.

En la escena del crimen había dos camionetas agrícolas marca Toyota Prado. En la primera fue localizado uno de los cuerpos.

El segundo automotor se encontraba a unos 500 metros del primero. Allí, dos cadáveres estaban tendidos del lado derecho del automóvil; otro se hallaba dentro del auto, y otro yacía del lado izquierdo.

Tierra impenetrable
Donald González, portavoz de la PNC, informó que una de las versiones es que la masacre habría sido producto de un enfrentamiento entre narcotraficantes guatemaltecos y mexicanos.

Por su parte, la fiscal contra el Narcotráfico de la región occidente, Brenda Muñoz, afirmó que la zona donde ocurrió el hecho se ha convertido en un lugar donde prolifera el narcotráfico, por la falta de policías.

El Ejército envió anoche una brigada, para tomar el control de la aldea Agua Zarca. También se destacó a un contingente de la Policía Nacional Civil.

El fiscal distrital de Huehuetenango, José Edwin Recinos, recomendó a los refuerzos policiales esperar al día de hoy para ingresar en el lugar del primer enfrentamiento, debido a los riesgos, ya que aún por la noche se escuchaban ráfagas.

Con esta opinión coincidió Marlene Blanco, directora de la Policía, quien afirmó que tienen acordonada el área, para ingresar de día y evitar riesgos. Agregó que ya se coordinó con la policía mexicana, para estar alerta ante una posible huida de los criminales a ese territorio.

Ayer trascendieron los nombres del cafetalero Mariano Castillo y de su hijo José, quienes habrían sido alcanzados por las balas mientras presenciaban el jaripeo, pero la Policía no confirmó ese extremo.