Ángeles Mariscal/corresponsal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 12 de noviembre. En la colonia Emiliano Zapata permanecen secuestradas en el interior de su propia vivienda unas cien personas. Más de 24 horas después del enfrentamiento por el liderazgo del lugar, hecho en que murió una mujer, la policía no puede ingresar y permanecen apostados en las afueras. Existe un autogobierno de facto, compuesto por “guardias civiles” de la colonia, armados con palos y machetes, y según denuncias, al menos tres personas siguen desaparecidas, posiblemente muertas.
Los guardias civiles, entre ellos algunas mujeres, se encuentran apostados en las entradas al lugar, hacen rondines en el lugar donde habitan mil 300 familias, y retiraron celulares y toda forma de comunicación a quienes consideran sus opositores.
En el exterior, las personas que pudieron salir, solicitaron a las autoridades el rescate de sus compañeros y familiares, denunciaron que varios los secuestrados fueron golpeados, por lo que incluso temen hayan perdido la vida.
“…tenemos miedo de salir, estamos adentro de nuestra casa, la gente vio que la mató (a Martha Gómez Pérez, acaecida en el enfrentamiento) El Carnicero, pero acá dicen que fue Willy, le quieren echar la culpa pero la gente tiene miedo de hablar, yo les dije que se armen de valor, que tenemos que hablar, pero tienen miedo”, señala la grabación de una de las múltiples llamadas que pobladores de la colonia Emiliano Zapata hicieron antes que les fueran retirados sus teléfonos celulares.
En otro mensaje de texto en celular, proveniente de una persona distinta, se lee: “no puedo buscarte nombres (de las personas que están secuestradas) nos tienen vigilados que sabes de los compas de palenque (a quienes la policía de Seguridad Pública presentó como los agresores) nosotros vimos cuando le pusieron las balas no nos dejan salir a trabajar, están quitando los teléfonos y chips”.
En una visita que La Jornada hizo a la colonia, pudo constatar que grupos de civiles, armados con piedras, palos y machetes, mantienen el control de las entradas al lugar, y realizan constantes patrullajes.
La mayoría de las viviendas permanecen cerradas, únicamente unas 50 personas permanecen velando el cuerpo de Martha Gómez Pérez, en el centro del poblado. En el resto de la comunidad, algunas tiendas incipientes y una tortillería ofertan sus productos, pero pocos son los que se acercan.
Un niño de unos 13 años, quien conduce a dos reporteros al lugar donde tienen el cuerpo de la mujer, confiado señala: “la gente no sale porque estamos de guardia…no, no pueden ir a trabajar tampoco”. Prácticamente se vive un estado de sitio.
Alfonso Ceja Chávez, uno de los “presidentes” de la colonia, autoriza el ingreso de los reporteros. En entrevista, reconoce que en el interior del poblado hay “alerta”, ante la posible llegada del grupo opositor.
“Las familias se encuentran nerviosas, por eso tenemos las guardias. Nosotros somos una colonia modelo, acá nadie entra si no es con autorización. La gente misma brinda seguridad a sus vecinos, pero todos estamos unidos, todos estamos de acuerdo, sólo hay unos que nos quieren dividir pero no van a poder”, refiere que los policías estatales sólo pueden permanecer en las afueras de la colonia.
En el exterior, en una bodega que los integrantes del Movimiento Campesino Regional Independiente (Mocri) habilitaron como albergue para recibir a las personas que han salido del poblado, denunciaron que además de las familias que permanecen prácticamente secuestradas, hay tres personas desaparecidas.
Se trata de Fredy Silverio de la Cruz, Enrique Reyes Pavel, y un joven al que identifican como “Alexander”.
Sobre este último, una mujer señala que fue sacado de la vivienda que pertenece a Oscar Vázquez Espinosa, este último también imposibilitado de salir de su hogar, en donde se encuentra junto con dos de sus hijos.
“Alexander estaba con mi tío Oscar, lo sacaron y lo golpearon, le azotaron una piedra en la cabeza y luego lo subieron a un carro, se veía como muerto”, fue la gente de Alfonso Ceja e Ismael (Jiménez Pablo).
Los testimonios de las personas que se encuentran en el lugar explican que el martes, luego del enfrentamiento, al menos 60 personas fueron sacadas de sus viviendas para ser entregadas a los policías estatales. Sin embargo oficialmente sólo 10 personas se encentran detenidas.
El martes, habitantes de la colonia irregular Emiliano Zapata, ubicada en los cinturones de miseria de la capital chiapaneca, se enfrentaron por el liderazgo del asentamiento, en donde los pobladores son obligados a participar en marchas a favor del gobierno, además de pagar cuotas económicas
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