Clama ayuda Calatrava: “Estamos pasando hambre por la inundación”.
Repudian apatía del edil: “No ha ido ni ha mandado nada”.
Piden a Calderón y a Sabines intervenir.


Palenque, Chiapas.
Enrique Romero.
Corresponsal.


Ejidatarios de Calatrava, comunidad de Palenque asentada en la ribera del Usumacinta, cuyo desbordamiento afectó a 178 familias de esa población, limítrofe con Tabasco, demandaron la intervención del Presidente Felipe Calderón y del gobernador Juan Sabines, pues aseguraron que su situación es angustiosa: “Nuestras familias están pasando hambre”, y denunciaron la total apatía del presidente municipal de Palenque a su tragedia, ya que “No le hemos visto la cara ni ha enviado ayuda alguna para nosotros”, aseguraron.

Explicaron que como el comisariado ejidal y el agente municipal de esa población no han hecho nada por la gente, y sí en cambio al parecer le siguen el juego al ayuntamiento para comprobar documentalmente una ayuda que no han recibido, un grupo de vecinos, ante lo angustiante de su situación alimentaria y de aislamiento, ha salido a “tocar puertas” para conseguir ayuda humanitaria, como fue el caso de Protección Civil del Estado que ha repartido en dos ocasiones despensas en su comunidad. De acuerdo con Protección Civil estatal, en las mismas condiciones de afectación se encuentra un total de 214 familias, unas mil personas, de 4 comunidades ribereñas de Palenque.

“Solo Protección Civil Regional nos ha brindado apoyo, porque el coordinador de protección civil municipal ni siquiera se ha parado en la comunidad para ver cómo estamos”, apuntó José del Carmen López, uno de los ejidatarios que vino a Palenque a buscar ayuda “porque a nuestro presidente municipal jamás le hemos vuelto a ver la cara desde que se montó en el poder, ni ha enviado siquiera un representante. Queremos que llegue para que nos diga personalmente qué coraje nos tiene a los de Calatrava, si es porque no votamos por él. Que nos diga y ahí la dejamos ¿para qué seguirle?”, concluyó indignado el ejidatario.

Manuel Salvador Morales, otro viejo ejidatario de Calatrava, explicó: “No tenemos como conseguir el sustento para nuestras familias, no tenemos trabajo y lo que nos han llevado lo agradecemos a Protección Civil del Estado, pero es insuficiente porque las despensas traen galletas y leche, pero no fríjol o arroz. Estamos, con nuestras mujeres, ancianos y niños, pasando hambre. Esa es la realidad”, remarcó con amargura al detallar que padecen la inundación desde fines del pasado mes de julio, pero esta fue más grave al desbordarse el Usumacinta.

Por ello, manifestó: “Quisiéramos que alguna autoridad vaya para que se cerciore que no estamos mintiendo, porque esta inundación es mayor que las del 80, 81 y 82, que son las más grandes que recuerdo. Por desgracia nos tocó este presidente municipal, del que alguien nos dijo que, como es su segunda vez, ya tiene experiencia ¿experiencia para qué…? ¿Para que nos deje morir de hambre? Por eso queremos que el Presidente Calderón y el gobernador Juan Sabines se enteren; ellos sí son sensibles al dolor del campesino, confiamos en que ellos sí nos van a ayudar”, externó.

Los ejidatarios manifestaron que la población de Calatrava está molesta con el edil “por el engaño que hace a las autoridades superiores en decir que ha estado pendiente de nosotros y apoyándonos, que ya envió un camión con mercancía y que ya nos había visitado en la comunidad para ver cómo estábamos, cosa que es la mentira más grande. Ese es el sentimiento más grande que tiene la comunidad en su contra, porque se está vengando a la mala”, apuntó José del Carmen López.

“Necesitamos ayuda, porque nuestra contingencia es la misma de las poblaciones de Tabasco y Catazajá. Estuvimos en Álvaro Obregón, una de las comunidades inundadas de Catazajá”, relató Gerardo Hernández Mendoza, quien ya fue delegado municipal de Calatrava, “y que bonito es ver que el presidente municipal de allá está con su pueblo en la desgracia, y no le importa meterse al agua y cargar despensas para ayudar a su gente; en cambio nuestra autoridad no nos apoya porque su partido no ganó en nuestra comunidad. Un buen político no ve colores para ayudar a la gente en desgracia, como es el caso del edil de La Libertad, que no siendo su responsabilidad nos mandó un poco de ayuda, o de una Iglesia de Tabasco, en Zapata, que nos regaló una despensa y su presidente municipal que anda viendo como nos manda algunas, lo que es difícil porque nosotros pertenecemos a Chiapas”, destacó.

Finalmente apuntaron que la crisis para ellos apenas empieza puesto que la inundación se prolongará hasta diciembre, cuando podrán sembrar de nuevo y cosechar 6 meses después. “Y mientras, sin trabajo, ¿cómo vamos a alimentar a nuestras familias? Además, los que tenemos ganado cómo vamos a hacer para alimentarlo si no hay pastura, no tienen más que lodo para comer? Necesitamos también el apoyo para restablecer nuestras siembras y alimentar nuestro ganado. Ese apoyo lo tienen nuestros vecinos de Zapata ¿qué nosotros no somos mexicanos?”, cuestionaron.