El Despojo, la Violencia y la Discriminación contra las mujeres continua.

Hoy vence el plazo que Eduardo Pérez Hernández, presidente del Comisariado Ejidal de Bella Vista del Norte, ejido localizado en Frontera Comalapa, Chiapas, le dio a Maurilio García Hernández, cuñado de Amalia Vázquez Rodríguez, para expulsar a ella y a su esposo Reynaldo Rafael Valentín.

Hasta el momento las autoridades estatales y de la Procuraduría Agraria se han mostrado omisas al no intervenir como jurídicamente corresponde, y pareciera que se rehúsan a afrontar esta realidad de discriminación y violencia.

El caso de Amalia es un ejemplo claro de lo que sucede cuando una mujer decide defender sus derechos, en primera, ya que cuestiona el poder de los hombres, muchas veces sustentando en usos y costumbres que atentan contra garantías fundamentales; y en segunda, porque las autoridades en quienes recae el deber de prevenir, investigar, sancionar, etc, actos que atentan contra el marco normativo no saben como actuar ante situaciones que ponen en riesgo intereses políticos, económicos, laborales, o incluso su propia posición machista y misógina.

Es frustrante escuchar discursos oficiales en pro de la equidad de género y la defensa de los derechos de las mujeres cuando en situaciones reales, como ocurre en este caso, la práctica no sigue a la teoría.

Señor Gobernador no basta con organizar eventos fastuosos cada 8 de marzo y aparentar que la situación de la mujer en Chiapas ha cambiado, que la violencia ha disminuido, que ya no existe discriminación por razón de género, clase, etnia, edad, preferencia sexual o ideología. Hay que asumir la tarea que adquirió cuando elevo a rango constitucional los Objetivos de Desarrollo del Milenio, exigimos hechos no palabras.


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