Mitzitón, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México a 9 de octubre de 2010.
CARTA PÚBLICA AL LIC. JOSÉ FRANCISCO BLAKE MORA.
SECRETARIO DE GOBERNACIÓN.
Los hombres y mujeres, indígenas campesinos adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, de la comunidad de Mitzitón, del municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, sabemos que con fecha 16 de septiembre de este año le enviaron a usted una carta firmada por Esdras Alonso González (que frente a nosotros y en otros documentos se ha presentado como comandante, dirigente, licenciado y pastor del Ejército de Dios) así como por Francisco Ventana Heredia y Refugio Díaz Ruiz, representantes de esa misma organización en Mitzitón.
Queremos que sepa usted que en ese documento que le llegó, se esconde la verdad de los hechos que nosotros hemos venido denunciando y haciendo públicos, todas las amenazas, agresiones y delitos que ese grupo ha cometido en nuestra comunidad. También conocemos las leyes, sabemos que el artículo 8º. nos da derecho de petición y también sabemos que es nuestro derecho manifestarnos y decir nuestra palabra y que ésta se escuche aunque no sea siempre escrita y dirigida a usted.
Como primer punto, queremos aclarar que el problema que existe en nuestra comunidad no es por divisiones religiosas. Sabemos que existe el derecho de libertad de creencia y lo cumplimos. Eso sólo ha sido un pretexto para quienes nos agreden y descalifican nuestra lucha.
No somos católicos tradicionalistas, somos mujeres, hombres, niñas, niños, personas mayores, que luchamos por nuestros derechos como indígenas, que están reconocidos en las leyes internacionales y nacionales como son el convenio 169 de la OIT, la Declaración de Pueblos Indígenas de la ONU y nuestra misma constitución. Derechos que una y otra vez han sido violados por los 3 niveles de gobierno, razón por la que estamos organizados para que nuestros derechos sean respetados.
Sabemos que para lograr todos nuestros derechos y el respeto que merecemos como pueblo, que descendemos de los originarios de esta nación, tenemos que unirnos con otros pueblos y organizaciones que también buscan una vida digna (para nosotros la vida digna no es sólo tener más cosas, sino también tener libertad, democracia y justicia), por eso nos unimos al movimiento nacional e internacional de La Otra Campaña. Que es un movimiento civil y pacífico, donde no se hacen provocaciones como las que hace el Ejército de Dios.
Los comunicados y denuncias que hemos difundido, no son sólo palabras, no son inventos, son hechos reales. Tenemos no sólo a nuestro propio pueblo como testigo, también tenemos pruebas y están los testimonios de observadores nacionales e internacionales, que nos acompañan haciendo una labor humanitaria de derechos humanos, no vienen a financiarnos, ni a desestabilizar el estado, ni mucho menos a organizarnos. Nosotros de por sí sabemos como organizarnos como pueblos. Estas personas internacionales son personas de buen corazón y conciencia que trabajan por los derechos humanos y acompañan a los pueblos en sus sufrimientos.
También autoridades y funcionarios de los 3 niveles de gobierno han sido testigos y tienen conocimiento de las amenazas de muerte, los secuestros, torturas, disparos al aire por las noches, asesinato de nuestro compañero Aurelio Díaz Hernández, intentos de violación a nuestras compañeras, que han quedado cicratizadas por las agresiones con armas blancas, la tala clandestina y el tráfico de personas que han venido realizando y llenando sus manos de sangre y sus bolsillos de dinero, los paramilitares del Ejército de Dios.
Decimos que son paramilitares porque hemos visto que han sido protegidos por las autoridades y porque se encuentran armados. Refugio Díaz Ruiz, representante del ejército de Dios que firma esa carta que le enviaron, fue quien disparó la noche del 20 de julio de 2009 al vehículo de uno de nuestros compañeros y ese vehículo hasta la fecha tiene los agujeros de los disparos. Francisco Jiménez Vicente el 21 de julio de 2009 mató a nuestro compañero Aurelio Díaz Hernández, al atropellarlo intencionalmente, dejando 5 compañeros más heridos de gravedad. Uno de ellos hasta la fecha no puede caminar. En vez de estar en la cárcel pagando por este delito, sólo estuvo detenido 3 meses, todo lo que hizo quedó en la impunidad.
Decir estas palabras no es difamar, es declarar la verdad y eso le duele mucho al comandante paramilitar Esdras Alonso González, a él le gustaría que nadie en México ni en el mundo supiera de estas agresiones que nos han venido haciendo, de estos actos fuera de la ley, que los llamamos así porque no hay otra forma de nombrar a los delitos.
Hace poco más de un mes, el comandante Esdras, en una entrevista realizada en la radio local de San Cristóbal de Las Casas, por su propia voz reconoció que en el grupo de evangélicos de Alas de Aguila Ejército de Dios de la comunidad de Mitzitón, existen paramilitares. Ahora niega sus propias palabras para esconder la verdad. La imagen de su organización es perjudicada por ellos mismos al cometer las agresiones que hemos denunciado, haciendo uso de nuestros derechos.
La construcción de la autonomía de los pueblos indígenas es un derecho fundamental reconocido en las leyes que ya mencionamos de la OIT y de la ONU que han sido firmados por el gobierno mexicano y que por eso tienen la misma validez que nuestra Constitución. Ahí se reconoce el respeto que deber haber a nuestra autonomía y todos nuestros otros derechos que tenemos como pueblos indígenas y seres humanos que somos. Los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) son de los pueblos organizados, son legítimos aunque los malos gobiernos a todos los niveles no los respeten y busquen pretextos para atacarlos y desplazar a miles de nuestras hermanas y hermanos indígenas, como es el caso de los recientemente desplazados de la comunidad de San Marcos, del municipio de Chilón, que fueron sacados de sus tierras por el simple hecho de buscar una mejor educación para sus hijas e hijos.
Esta es la verdad de lo que ocurre en nuestra comunidad y no es la primera vez que la decimos. Por todo lo que nos han hecho estos paramilitares y sabiendo que no pararán de agredirnos, exigimos:
1.- Que se cumpla el acuerdo de reubicar a los paramilitares, firmado el 05 de julio del presente año, por los siguientes representantes del gobierno del estado:
Lic. Antonio Gamboa López. Coordinador general de asesores del ejecutivo del Estado.
Profesor Jesús Caridad Aguilar Muñoz. Secretario de Pueblos Indios.
Lic. Marcos Shilón Gómez. Fiscal Especializado en Justicia Indígena.
Lic. Adán Ruiz Guillén. Delegado de gobierno. San Cristóbal de Las Casas.
Lic. José Alfonso Culebro Díaz. Representante de la Secretaría General de gobierno.
Comandante Romeo Alfredo Rodríguez López. Comandante de la Policía Estatal Preventiva.
2.-Que se respete la autonomía y todos los derechos que tenemos los pueblos indígenas.
3.-Que se respete la labor de observación y defensa de los derechos humanos que realizan en Chiapas y en todo el país, activistas nacionales e internacionales.
4.- Las amenazas de los integrantes del Ejército de Dios sobre nosotros siguen dándose, por eso, de cualquier agresión, desaparición o muerte que cometan esos paramilitares contra alguno de nuestros compañeros y compañeras adherentes de la comunidad de Mitzitón, otras y otros adherentes nacionales e internacionales, o los observadores y defensores de derechos humanos, hacemos responsable a su dirigente Esdras Alonso González así como a los tres niveles de gobierno, porque están plenamente enterados de la situación y lejos de responder y cumplir a los acuerdos firmados, parece que protegen a estos paramilitares.

Pueblo Organizado de Mitzitón, Adherente a La Otra Campaña.