ISAÍN MANDUJANO/APRO

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 17 de marzo (apro).- El representante del Sistema de las  Naciones Unidas en México, Magdy Martínez Solimán, advirtió hoy en Chiapas que ante la crisis económica mundial que se vive, es urgente que el gobierno mexicano haga más esfuerzos para contrarrestarla, pues de lo contrario “estamos frente al peligro  de que personas que viven en la pobreza coyuntural pasen a ser pobres estructurales”.

                Al recibir la Medalla Fray Matías de Córdova y Ordoñez, que se otorga por vez primera en Chiapas, Martínez Solimán indicó que dentro de todo este escenario es “necesario encontrar soluciones a la crisis dentro de la democracia y evitar a toda costa que la crisis debilite la democracia”.

(Mmmm... mejor les dejo su rollo de Martínez Solimán. Después de todo, mochándole el choro mareador oficioso, el discurso esta muy bueno)


Discurso del representante de la ONU, Magdy Martínez Solimán

17 de Marzo de 2009

MAGDY MARTÍNEZ SOLIMÁN: Excelentísimo señor gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero; Don Oscar Salinas Morga, presidente del Honorable Congreso del Estado; Don Juan Gabriel Coutiño Gómez, presidente del Poder Judicial del Estado; señoras y señores diputados, señoras y señores. 

Permítanme, en primer lugar, decirles por qué siempre me encuentro tan a gusto en su tierra, en Chiapas. Yo soy del sur, me gusta el bosque en noviembre y mirar el cielo azul; de allí fueron mis abuelos, se formaron mis mayores, allí nacieron mis padres y nacieron mis amores y tienen que comprender que mis costumbres son esas y no las quiero perder. 

Me gusta dormir la siesta, yo soy del sur, me gusta dormir la siesta, el gazpacho y el buen vino, los caballos bien domados, y las charlas de casino. 

Me gusta el baile sentido y el baile del cuerpo entero, la guitarra bien templada y los olivares nuevos. Me gustan los toros serios y los toreros con arte, los buenos banderilleros y las mulillas de arrastre.

 Me gusta ver las vendimias y beber con los amigos y las mujeres bonitas y las siembras de buen trigo.

 Y tienen que comprender, y tienen que comprender que mis costumbres son estas y nos las quiero perder.

 Me gustan las romerías, yo soy del sur, las ermitas de mi pueblo, las vírgenes bajo palio y los Cristos nazarenos. Los jardines con geranios, las casas blancas y con tejas, los miradores con arcos y las ventanas con rejas y tienen que comprender, y tienen que comprender que mis costumbres son esas y no las quiero perder. 

Hoy nos congratulamos señoras y señores de estar en el sur de la tierra de uno de los hombres más importantes de Chiapas y me atrevo a decir de México, Fray Matías Antonio de Córdova y Ordoñez, pensador liberal y humanista, defensor de los pueblos indígenas e impulsor de proyectos educativos.

 Junto con otros intelectuales de su momento, Matías de Córdova discutió los planteamientos de la fisiocrátia y el mercantilismo para mostrarse en todos sus escritos un avanzado a su época en el contexto de la ilustración, su ensayo que ya ha sido citado aquí por el señor diputado quien me antecedió en el uso de la palabra, utilidades de que todos los indios y ladinos se vistan y calcen a la española en medios de conseguirlo sin violencia, coacción o mandato, que data del año 1797, siguen conteniendo planteamientos de actualidad para lograr una convivencia digna y fértil entre las diversidades étnicas y culturales de Chiapas. 

Matías de Córdova fue escritor, ensayista, pedagogo, político, filósofo, educador, economista, sociólogo, clérigo, que sin duda cabe poeta destacado y fabulista, pero lo que más fue, fue un hombre intelectual comprometido con la sociedad que le tocó vivir y este compromiso, uno de sus ideales más recios, fue la construcción de un estado, de una sociedad influyente.

 Era una manera incrustada de responder a los desafíos de principios del Siglo XIX, la discriminación, las supersticiones, el atraso económico y sobre todo la dificultad de construir una casa nueva, independiente de la antigua metrópoli española que ya se hacía pequeña en donde todos cupieran. 

Al analizar las complejas circunstancias de los países recién independizados, Matías de Córdova entendió de manera profunda que su situación estaba vinculada a los acelerados cambios que estaban ocurriendo en otras latitudes, particularmente, Europa y sobre todo en el mundo de las ideas, de la mano de la ilustración, entendió la importancia de vincular estas ideas a las soluciones prácticas que requerían las sociedades americanas. Ante el derrumbe de lo viejo y el despunte de lo nuevo, pueden surgir miedos y malestares colectivos, pero también oportunidades fundadoras, espacios para la inventiva, la creatividad y la audacia. 

Al fin y al cabo lo que le estaba tocando vivir a Fray Matías y a sus contemporáneos aquí en Chiapas, no era solo una época de cambios sino un verdadero cambio de época, y ante lo acelerado de los tiempos había que actuar simultáneamente con rapidez y con altura de miras.

 En este caso Fray Matías no tenía duda de que los indígenas debieran ser incluidos en una sociedad mas amplia y sólo de esa manera se rompería su aislamiento y su pobreza, insistía en la manera de crear interdependencia entre indígenas y no indígenas, argumentando que el progreso se alcanzaría involucrando estructuralmente el potencial de todos a la deslumbrada nación, la nación mexicana que ya se anticipaba.

 Matías de Córdova, un hombre preclaro contribuyó mucho para liberar a la región de los prejuicios negativos contra la cultura indígena; su pensamiento ha sido retomado y cobra vigencia en el discurso indigenista que aplicó el estado nacional mexicano en el siglo XX.

 Un cambio de época es lo que le tocó vivir a Matías de Córdova y es lo que le está tocando vivir a la ONU, a mi organización a la que ustedes premian hoy por mediación de quien les hablo. 

Está claro que el mundo de hoy poco tiene que ver con el que vio nacer a las Naciones Unidas en 1945, la globalización, el cambio climático, el terrorismo, la delincuencia organizada, las migraciones que ustedes conocen bien en esta tierra y esta viña, los avances tecnológicos y hoy la crisis financiera mundial han llevado a la comunidad internacional a enfrentar encrucijadas a la vez mas complejas y mas riesgosas.

 La crisis económica actual, señoras y señores, no es una crisis más, fue preferida por vaivenes tempestuosos de los precios de los alimentos, los casos de corrupción corporativa y la cifra renovada en materia social que hablan de recursos y tecnología al alcance nunca antes visto, pero también el empeoramiento de la brechas y las condiciones de vida para miles y miles de habitantes del planeta, también para algunos miles de habitantes de la nación mexicana.

 Los que es más grave en nuestra región es que la volatilidad del consumo es mucho mayor que la volatilidad del PIB, o dicho de manera más clara que en los ciclos económicos negativos como el que estamos viviendo la pobreza e inequidad aumenta muy rápido entre nosotros, mientras que cuando sobreviene un ciclo económico favorable la riqueza tarda mucho tiempo en repartirse.

 Dada esta situación estamos frente al peligro de que personas que viven en pobreza coyuntural pasen a ser pobres estructurales, casi para siempre y transmitan esa pobreza a sus hijas e hijos.

 Para no dejar que la crisis viaje hacia el sur como lo declaré hace unos días en la prensa nacional, hay que aplicar soluciones innovadoras de manera rápida y efectiva de la misma manera que Fray Matías imagino soluciones innovadoras de manera rápida y efectivas. A estas alturas resulta inevitable a asociar la ya de por sí desafiante problemática de la crisis con aquella de la gobernabilidad del estado, superar la crisis actual requiere no sólo de un estado fuerte, quienes proclamaron que el estado tenia que limitarse a su mínima expresión se dan cuenta hoy de que ese no es camino, la situación requiere de intervención decididas y recursos en cantidades no vistas desde el Neuville de los años 30’s Estados Unidos o el tal Marshal después de la segunda guerra mundial en Europa. 

Sin embargo, esa necesidad de mayor intervención debe darse dentro de los cautes democráticos, gracias a los cautes democráticos, los cautes que garantizan y protegen los derechos mas fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas, es necesario encontrar soluciones a las crisis dentro de la democracia y evitar a toda costa que la crisis debilite a la democracia.

 Aunque el cambio de época que hoy vivimos entrañe nuevos desafíos y nuevas soluciones llama la atención que volvamos al contexto de estado influyente al que en su momento apelo Fray Matías de Córdova, y esta inclusión sigue pasando como a principios del siglo XIX por la ampliación de los derechos de los ciudadanos.

 Córdova hablaba de contextos tan simples como el derecho a la educación, al calzado o a la vestimenta; hoy seguimos hablando de esos derechos para asegurar el desarrollo humano. La ciudadanía necesita gozar de un espacio libre de amenazas; incluidas aquellas que provienen de la naturaleza para poder desarrollarse plenamente y viceversa. 

Mientras exista el hambre, la marginación y una parte de la humanidad carezca de lo más elemental para vivir con dignidad, no es factible de pensar en un mundo en paz.

 Esta visión está plasmada en la declaración del Milenio impulsada en el año 2000 por todos los países miembros de la ONU, México naturalmente incluido y al frente y hoy en día es una referencia obligada en particular a través de los objetivos del desarrollo del Milenio y hasta que no se alcance ese piso mínimo, no se podrá caminar hacia un mundo más justo y más seguro.

 Estas responsabilidades recaen en primer término en los estados, pero la comunidad internacional debe de ser un apoyo fundamental para que esos derechos se cumplan en los plazos previstos, es decir, en el año 2015. 

Estos objetivos son un ejemplo muy claro de cómo la ONU está aportando respuestas concretas a los desafíos de ese nuevo cambio de época del que les hablaba, pero de nuevo con Fray Matías lo que queremos es que nadie tenga hambre, que los niños y niñas estén en la escuela, que esta sea de calidad que no discrimine a nadie, que las mujeres puedan ser tanto como son los hombres, que haya salud, que las madres no tengan miedo a quedar embarazadas, que nuestros ríos se mantengan limpios y nuestros bosques no desaparezcan, que los países ricos sean generosos, que los ricos también sean generosos y los países pobres y los pobres usen la generosidad de aquellos con honestidad. 

Que las gentes tengan un trabajo digno para ser felices, al final nuestro proyecto no puede ser otra cosa más que un proyecto de felicidad. 

Las respuestas novedosas requieren de instituciones renovadas, este es el sentido de las reformas de las Naciones Unidas, el ritmo vertiginoso que imprime en los hechos la globalización y la complejidad de todas las formas de violencia, la urgencia de la acción frente al cambio climático, nos obligan a repensar las instituciones que impulsan las soluciones y allí que entre las prioridades de las reformas figura crear un mayor grado de coherencia dentro de la ONU y en relación de las oficinas del país, dotar al sistema de respuestas humanitarias más eficaces, garantizar protección a la población más vulnerable y prestar apoyo a las organizaciones regionales. 

La reforma de las Naciones Unidas está vigente hoy más que nunca y seguimos avizorando nuevos caminos donde ir. De hecho, hemos encontrado un nuevo camino en Chiapas: en San Cristóbal de las Casas para todos, todo el territorio del estado, con el trabajo de nuestros compañeros y compañeras desde esta oficina.

 Hemos de estar orgullosos de celebrar hoy aquí la gran oportunidad bien aprovechada por el gobierno de Chiapas y la ONU en México de trabajar juntos en pro del desarrollo, de la seguridad y de los derechos humanos en este estado de la República Mexicana que enfrenta sus propios desafíos.

 Sin ir más lejos, Tapachula está viviendo su propio cambio de época, esta frontera que comparte seis municipios chiapanecos con los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango en Guatemala se caracteriza por ser un centro de confluencia, un puente natural entre varios países, varias maneras de mirar al mundo. Esta peculiaridad se refleja por la complejidad y la trashumancia diaria causada por el comercio fronterizo, las relaciones de parentesco de los visitantes locales, los trabajadores temporales y de manera más aguda durante los últimos años del tránsito de emigrantes centroamericanos que se dirigen hacia Estados Unidos.

 En un mundo tan rico y variado como el que conoció Matías de Córdova pero con las dimensiones y los desafíos propios de nuestros tiempos, en la actualidad se calcula que en esta frontera se producen anualmente alrededor de dos millones de documentados e indocumentados, tanto de extranjeros como de ciudadanos mexicanos.

 Los desplazamientos de la población centroamericana y cada vez más Sudamericana hacía y en tránsito por el Soconusco le imprimen retos y/o oportunidades que pocos estados de la Frontera Sur tiene, esto que vivimos en la franja fronteriza del sureste mexicano es un reflejo de la gran movilidad y desplazamiento que la sociedad moderna observa. 

Los flujos migratorios internacionales se han acentuado en todo el mundo y en México no son la excepción, antes bien al contrario esta emergente realidad genera fuertes retos y múltiples oportunidades tanto para el estado nacional como para el gobierno de Chiapas y por supuesto también para nosotros en la ONU, toda vez que estamos asociados y comprometidos con Guatemala y con México, y en particular con Chiapas para su desarrollo integral.

 Hoy como en la época de Matías de Córdova, vemos enlazadas desde nuestro contexto las historias chiapanecas, con las historias de México, las de Centroamérica y las del resto del mundo y tenemos la oportunidad de insertarnos como ONU en las tarea conjunta de impulsar el bienestar su población. 

Hoy como en la época de Matías de Córdova estamos convencidos en la necesidad de la convivencia digna entre los distintos mundos multiétnicos y culturales de Chiapas y del sureste mexicano. 

Les decía en mis palabras de arranque que siempre nos sentimos a gusto entre ustedes, en su tierra alegre, es en realidad una mezcla de gusto por la amistad y tristeza por no poder hacer mas, porque al fin y al cabo somos mortales con nuestras limitaciones. 

Hay personas más grandes en el mundo que nos regalan la belleza y una de ellas, a una de ellas quiero rendir tributo porque al leer sus poemas me sentí retratado en esa tristeza y también en esa alegría a la vez por respirar esta tierra de Chiapas. 

Y dice el gran poeta de su patria: La primera lluvia del año moja las calles, abre el aire, humedece mi sangre. 

¡Me siento tan a gusto y tan triste, Tarumba, viendo caer el agua desde quién sabe, sobre tantos y tanto! Ayúdame a mirar sin llorar, ayúdame a llover yo mismo sobre mi corazón para que crezca como la planta del chayote, como la yerbabuena. ¡Amo tanto la luz adolescente de esta mañana y su tierna humedad! ¡Ayúdame, Tarumba, a no morirme, a que el viento no desate mis hojas ni me arranque de esta tierra alegre!

 En la tierra alegre de ustedes con “Tarumba” y con el gran Jaime Sabines, les quiero decir una palabra, una palabra sola, de un líder, de una persona como dice Antonio Machado en el mejor sentido de la palabra bueno, de una persona que sabe darle tiempo al tiempo, a pesar de la limitación del tiempo y con todo el respeto por el modelo retórico sin discurso de aceptación del honor que hoy se me concede, quisiera hacer en los minutos que me quedan un discurso más personal y si me permiten, mas emocionando, Juan José Sabines Guerrero ha sido para nosotros, para mi esposa Linda y para mi, para mis colegas de las Naciones Unidas y en especial para quienes viven y trabajan en Chiapas, un ejemplo de capacidad y esfuerzo; un ejemplo de inteligencia y simpatía, de modestia y de pundonor. Nos han enseñado su esposa la Señora Isabel y él esta tierra de la que habla Sabines El Poeta como nunca la hubiéramos podido descubrir sin ellos, sin su hospitalidad y su desbordante entusiasmo y contagioso amor por estos pagos y por sus gentes. 

Hemos hablado de todo, de temas serios y ligeros, de temas alegres y sombríos; hemos negociado duro y bromeado suave, hemos inventado e imaginado a la limón, hemos hecho camino, hemos hecho balances, hemos hecho apuestas, hemos hecho planes, hemos hecho alianzas y hemos dicho que seremos amigos y trabajaremos juntos por quienes menos tienen.

 Pero ustedes tienen en su Gobernador a alguien a quien le sonríe el éxito porque se lo merece, porque lo pone todo en juego por la paz y la reconciliación, por la libertad y un sentido fino de la justicia, por lo pobres y los (inaudible). 

Y por México, por su gente y por nuestro planeta, al Señor Gobernador del Estado, a Don Oscar Salinas Morga, a Don Javier Coutiño Gómez quiero hoy abrazar con mi más sincera gratitud, con un honor tan inesperado como profundamente agradecido, me dijo el Señor Gobernador entre susurros hace ahora, apenas un mes si estaría libre el día 17 porque le tenía que acompañar a un acto importante y yo mire mi calendario y le dije si estoy libre el 17 y aquí me tienen , libre con ustedes. 

Concluyó aceptando con humildad el honor que se me concede porque es una honra para las Naciones Unidas ,para la ONU en México para su miles de hombres y mujeres que a lo largo de 50 años, a lo largo de 50 años Doctor han servido los ideales de justicia, paz y desarrollo en tierra mexicana.

 Recojo esta distinción en particular en representación de mis colegas de la OIM, ACNUR, y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, la columna vertebral del sistema un colectivo de hombres y mujeres que me han enseñado a vivir los valores de la organización con generosidad y con altura de miras.

 En su nombre y el de mis colegas de la ONU en México recibo esta distinción que como dijo Cofee Annan al recibir otro premio nos desafía a hacer más y mejor y a no dormirnos en los laureles. La medalla que hoy se concede es una señal de que las Naciones Unidas son una organización muy importante en este mundo interdependiente donde todos tenemos que trabajar juntos, recibo este galardón muy preciado cuya memoria señoras y señores conservare con enorme gratitud, con gran orgullo y con fuerte esperanza.

 Si se me dio por tratar junto con mis compañeras y compañeros de ayudar a mejorar la suerte de la gente pobre en Chiapas, cuente conmigo para seguir estando presto para esta encomienda, solo juntos podemos hacer de esta época de cambios como aquella que vivió Fray Matías de Córdova y Ordóñez, una época de progreso y libertad para quienes tanto necesitan ambos.

 Señoras y señores termino como empecé, porque ustedes y yo, porque somos del sur y tenemos que comprender, tenemos que comprender que nuestras costumbres son esas y no las queremos perder, muchas gracias.