Presentó Sabine Masson un libro dedicado a las tojolabales de Chiapas

17 de Marzo, 2009 - 15:34 —

México, 17 Mar. (Notimex).- Con especial dedicatoria a las mujeres tojolabales del estado de Chiapas, "quienes deberían estar aquí para que dieran a conocer su realidad", la investigadora suiza Sabine Masson presentó hoy aquí su libro "Tzome Ixuk", que resume la historia de un grupo de mujeres en permanente lucha social.

Masson es activista social y política y este día, acompañada por Ixic Duarte, Martha Patricia Castañeda y Martha Sánchez Néstor, dio a conocer que la idea de escribir el libro "surgió desde hace ocho años, de su compromiso solidario con las mujeres de Chiapas, a partir de su posición de investigadora en Ciencias Sociales".

Otro detonante para elaborar el volumen, dijo, descansa en su compromiso político con las redes solidarias de apoyo a Chiapas. Ella nació en Suiza y llegó en el año 2000 a esa entidad del noreste mexicano con dos metas. "Una era llevar a cabo una investigación sobre los movimientos organizativos de las mujeres indígenas", dijo.

La otra, ayudar. "Así trabajé con diversas organizaciones y cooperativas, entre los años 2000 y 2002, haciendo procesos de educación, talleres, trabajo organizativo y, de paso, investigaba lo relacionado con ellas. En ese proceso me encontré con la cooperativa Tzome Ixuk, que significa Mujer organizada, en tojolabal", recordó

"Tzome Ixuk" se ubica en un barrio de la cabecera del municipio de Margaritas, Chiapas. Inicialmente movilizadas por la crisis alimentaria de su familia, con un molino y una tienda de abarrotes, hoy se han convertido en un colectivo de defensa de los derechos de las mujeres indígenas y centro de atención a mujeres violentadas.

"Encontrarme con esa cooperativa me llevó a centrarme en una etnografía, con el objetivo de analizar los procesos de mujeres organizadas desde un triple enfoque: de género, de relaciones interétnicas, y su relación con la tierra y la actividad económica", explicó la autora a Notimex, en el marco de la presentación de su libro.

Esas mujeres, dijo, son partícipes de la sociedad civil y defensoras de su autonomía. "Utilicé una metodología particular, de investigación-acción participativa, y de enfoque feminista poscolonial, es decir, con un intento de descolonizar las formas y metodologías de investigación, sobre todo las extranjeras como en este caso la mía", subrayó.

El libro cuenta y analiza las historias de vida de las mujeres miembros de esta cooperativa y sus procesos organizativos. El texto se estructura en cuatro partes: la finca, el barrio, la cooperativa y el centro. Cada apartado tiene sus particularidades, que la autora describe con una claridad apta para todos.

Sobre la finca hay relatos de las mujeres tojolabales, empiezan en una hacienda donde vivieron hasta principios de los años 80. Sus testimonios son analizados en relación con la historia y actualidad del modelo chiapaneco de servidumbre agraria, y en particular, con sus elementos de explotación y violencia hacia las mujeres.

El libro sigue con el barrio, donde continúan las historias de vida con el relato del fin de la finca y la llegada a su actual barrio en la cabecera. Esta transición es pensada en el contexto de las luchas agrarias de la época, pero es considerada desde la vivencia específica de las mujeres, de cara a las nuevas formas de servidumbre de hoy en día.

En el apartado de la cooperativa se halla el corazón del texto, donde emerge la historia organizativa de las mujeres, abarcando las diferentes motivaciones y etapas que guían este proceso. Se contemplan, tanto la importancia del análisis teológico de la realidad, como la búsqueda práctica de supervivencia económica.

El último apartado es el centro. Como conclusión abierta, ahí la autora analiza el nuevo proyecto de centro de atención a mujeres víctimas de violencia y la extensión del trabajo de formación en las comunidades, no sólo como avance del grupo, sino también como expresión del fortalecimiento organizativo de las mujeres tojolabales.

Finalmente, Sabine Masson señaló que convivió, participó en los trabajos y apoyó con el compromiso social y político que la llevó hasta Chiapas. El resultado, un libro "que debería ser dado a conocer por ellas, porque fueron las mujeres indígenas tojolabales quienes dieron la voz y la información para dar forma al texto".