COESPO: HOSTIGAN A TRABAJADORES


ISAÍN MANDUJANO/APRO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 19 de abril (apro).- Tras la llegada de la nueva titular del Consejo Estatal de Población (COESPO), Gisela Candelaria Chirino, el 18 de diciembre del 2006, trabajadores de esa oficina han estado sometidos a un proceso de acoso y hostigamiento laboral a fin de que renuncien y dejen los puestos a llegados a la funcionaria.
Ricardo Cortés Hernández, uno de los extrabajadores que fue despedido del Coespo, denunció que ya interpuso una denuncia ante la Tribunal del Servicio Civil para exigir sea liquidado por los 16 años de servicio que prestó al gobierno del estado.
A dos meses de su llegada solo ha colocado 2 personas de su confianza por lo que se vio en la necesidad de endurecer la normatividad y los controles para así, bajo pretexto de que alguien incurra en la violación de una de ellos, levantar un acta administrativa y pedir destituirlo como ya ocurrió hacia mi persona, dijo Cortés Hernández.
Señaló que a muchos de sus compañeros que todavía laboran en esas oficinas, los han afectado con cambios de horario, a algunos más les quitaron la extensión telefónica, les cambiaron las computadoras nuevas por unas en mal estado, hubo instrucciones de no pasarles llamadas personales, ni faxes, así como reportar todas las actividades que ellos realizan, “en una situación que raya en el fascismo”.
Dice que incluso les eliminaron los permisos que tenían todas las mañanas para salir a desayunar o fumar un cigarro.
“Desde hace cuatro meses, se percibe una actitud de hostigamiento y menosprecio contra los subordinados en esa oficina y a la labor que éstos vienen ejerciendo por parte de la titular y de sus dos elementos de confianza. Dentro de las actitudes que se observan están la indiferencia hacia el papel del servidor público subordinado, la descalificación por el trabajo bajo una completa falta de respeto a los derechos humanos y laborales”, indicó Cortés Hernández.
Explicó que tanto la titular Candelaria Chirino como los dos personajes que fungen como sus asesores se han dado a la tarea de revisar la actuación y el desempeño de los trabajadores de esa oficina con la finalidad de encontrar errores que puedan ser sujetos de sanciones administrativas o penales, “esto con el fin de intimidarlos y de obtener su renuncia, por lo que a cuatro meses de haber tomado posesión de su encargo todavía no inicia su gestión con trabajo y con resultados”.
“De lo anterior sintetizo: la titular y sus asesores iniciaron un proceso de hostigamiento que emprendieron conmigo, yo no estuve dispuesto a tolerar violaciones a mi dignidad de persona por lo que me ví en la necesidad de recurrir al Tribunal del Servicio Civil del Estado de Chiapas para que una tercera instancia decida lo pertinente y se me liquide conforme a los 16 años que laboré en el gobierno del Estado”, dijo el denunciante.
Según él, se atrevió a hacer pública esta denuncia, exonerando de toda responsabilidad a sus excompañeros que todavía siguen en esa oficina, pues no duda que pretendan inmiscuirlos, pues sabe bien “de lo que son capaces de hacer”.
Cortés Hernández dijo que es incomprensible que personas que se dicen de izquierda como la titular de esa oficina cometa atropellos deleznables contra sus subordinados en aras de estos renuncien y le dejen los puestos, llevados más por el amiguismo y compadrazgo y no por la experiencia y perfil que se requiere para un mejor servicio a los chiapanecos.
La denuncia viene acompañada de un análisis de cómo se da ese acoso laboral que se traduce en un acoso sicológico de forma permanente.
Señala el análisis que el acoso laboral se vive de una manera más intensa, por lo menos, en los cambios de gobierno de cualquier estado de la Republica Mexicana y que para el caso de Chiapas debido a las condiciones de marginación y pobreza que presenta la mayoría de la población, el acceder a una plaza dentro del gobierno se vislumbra como una oportunidad de estabilidad y mejorar la calidad de vida durante un sexenio.
“Eso para los empleados, para los funcionarios significa la oportunidad de su vida, para ellos significa la oportunidad de llevar a cabo acciones que les permitirán mejorar significativamente su poder económico y social a través de las funciones y contactos que de sus funciones públicas deriven”, dice el análisis.
Refiere que cuando los nuevos funcionarios llegan a los puestos que se han “ganado” muchas veces por su falta de experiencia y su limitada inteligencia hacen uso de las peores bajezas en contubernio con el personal que se encuentra en esos momentos.
Agrega que son distintos los motivos para que se de ese acoso, pero que el punto neurálgico son “los compromisos” que tienen con su “gente” y que de alguna manera les deben una plaza por los favores recibidos durante la campaña y otro segunda causa es que pretenden insertar a “gente de su confianza” que le permita cuidarse la espalda y trabajar con la seguridad de que no habrá quien le delate en caso de cometer errores, debido a la lealtad que le deben.
En otro de los apartados, precisa que el despido de las personas más aptas y con mayor capacidad por su entrenamiento laboral, así como por su potencial es otra de las causas, porque estas personas con ganas de trabajar y que las cosas se hagan bien “incomodan” a los recién estrenados funcionarios porque serían testigos de la ignorancia que les acompaña, así como de las actividades que tienen que realizar y seguramente aprenderán muy lentamente.
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