ISAÍN MANDUJANO/APRO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 07 de mayo (apro).- El exgobernador chiapaneco Pablo Salazar sostuvo un roce hoy con el abogado y columnista del Cuarto Poder, Roberto Domínguez Cortes, quien agraviado durante su administración por la persecución de la que fue víctima había amenazado que donde lo encontrara le daría de “bofetadas”.
Alrededor de las 8 de la mañana de este lunes, Salazar arribó al parque público deportivo Caña Hueca para realizar sus ejercicios al aire libre, donde es común el que se frecuenten políticos, empresarios, servidores públicos y periodistas.
Ahí, Salazar, quien corría acompañado de sus guardaespaldas, de forma indirecta encaró al abogado y columnista del Cuarto Poder, Roberto Domínguez Cortés, quien corría acompañado de otro columnista de otro diario local.
- Esos son los que me quieren dar mis cachetadas, dijo Domínguez Cortés, que le lanzó el exmandatario.
- Si yo soy hijo de tu….., le reviró Domínguez Cortés.
Entrevistado vía telefónica, señaló el abogado y columnista que inmediatamente intervino el exsecretario de Pesca durante el gobierno de Salazar y ahora notario público, David Sol Corzo, para bajar los ánimos, entre el exgobernador que siguió su marcha en la caminata y Domínguez Cortés. Éste le alcanzó a gritar al exgobernador señalando su playera, donde tenía estampada una caricatura del editor de Cuarto Poder ya muerto, Conrado de la Cruz.
- Tú mataste a Conrado y lo vas a pagar todavía.
Tan pronto como se perdió entre el sendero deportivo, un guardaespaldas de Salazar se acercó a Domínguez Cortés y su amigo, para decirles que ya se tranquilizaran por lo que fue encarado por los periodistas.
Domínguez Cortés, dijo que llamó al diario Cuarto Poder para que enviaran un reportero y un fotógrafo, pero esa fue la última vez que vieron a Salazar pues se abordó su camioneta custodiado por sus guardaespaldas.
Hoy apenas en la mañana, Domínguez Cortés, reseñaba en su columna hojas libres otra supuesto incidente ocurrido la semana pasada, en el que el exprocurador Eduardo Montoya Liévano encaró y reclamó a Salazar en el aeropuerto de la ciudad de México, cuando se disponían a viajar en el mismo avión a esta ciudad.
Montoya Liévano, fue funcionario en el gobierno de Roberto Albores Guillén de 1998 al 200 y durante de la gestión de Salazar del 2000 al 2006, fue llevado doce veces a prisión por presuntos actos de corrupción, pero éste siempre se dijo un perseguido político.
En su colaboración al diario local, Domínguez Cortés escribió sobre la sorpresiva presencia de Pablo Salazar desde la semana pasada en el parque deportivo Caña Hueca entre las 7 y las 9 de la mañana.
“Ahí puede otorgar audiencia a todos a los que cerró durante seis años las puertas de palacio de gobierno y abrió las rejas de Cerro Hueco y El Amate para recluirlos sin justificación alguna. Los ofendidos ya saben a dónde encontrarlo para exigirle cuentas al artero Salazar”, señaló.
Y enumeró cada una de las organizaciones agraviadas como el Movimiento los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá que tras un movimiento de rebeldía culminó con el asesinato del chofer de la Normal Rural del estado de México y que la policía política de Mariano Herrán culpó a alumnos inocentes.
Enumeró las agresiones en contra de la Universidad Tecnológica de la Selva, la toma del pueblo de Tila y la represión en contra de los habitantes de Marqués de Comillas.
“También podrán encontrar a Pablo en Caña Hueca los presos políticos del sexenio, incluidos exfuncionarios injustamente encarcelados”, dijo Domínguez Cortés.
Fue imposible localizar al exgobernador chiapaneco, para conocer su versión del incidente.
El columnista y abogado, dijo que durante la gestión de Salazar, el también fue una víctima más en su sexenio y que si bien no fue llevado a la prisión como muchos otros, si fue víctima de acoso policiaco, de hostigamientos, de persecución, de cateos, derivados de la disputa por la patria potestad que se aferraba a mantener su hijo ante las intenciones de que le fueran arrebatados sus dos pequeños nietos de forma arbitraria.
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TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 07 de mayo (apro).- El exgobernador chiapaneco Pablo Salazar sostuvo un roce hoy con el abogado y columnista del Cuarto Poder, Roberto Domínguez Cortes, quien agraviado durante su administración por la persecución de la que fue víctima había amenazado que donde lo encontrara le daría de “bofetadas”.
Alrededor de las 8 de la mañana de este lunes, Salazar arribó al parque público deportivo Caña Hueca para realizar sus ejercicios al aire libre, donde es común el que se frecuenten políticos, empresarios, servidores públicos y periodistas.
Ahí, Salazar, quien corría acompañado de sus guardaespaldas, de forma indirecta encaró al abogado y columnista del Cuarto Poder, Roberto Domínguez Cortés, quien corría acompañado de otro columnista de otro diario local.
- Esos son los que me quieren dar mis cachetadas, dijo Domínguez Cortés, que le lanzó el exmandatario.
- Si yo soy hijo de tu….., le reviró Domínguez Cortés.
Entrevistado vía telefónica, señaló el abogado y columnista que inmediatamente intervino el exsecretario de Pesca durante el gobierno de Salazar y ahora notario público, David Sol Corzo, para bajar los ánimos, entre el exgobernador que siguió su marcha en la caminata y Domínguez Cortés. Éste le alcanzó a gritar al exgobernador señalando su playera, donde tenía estampada una caricatura del editor de Cuarto Poder ya muerto, Conrado de la Cruz.
- Tú mataste a Conrado y lo vas a pagar todavía.
Tan pronto como se perdió entre el sendero deportivo, un guardaespaldas de Salazar se acercó a Domínguez Cortés y su amigo, para decirles que ya se tranquilizaran por lo que fue encarado por los periodistas.
Domínguez Cortés, dijo que llamó al diario Cuarto Poder para que enviaran un reportero y un fotógrafo, pero esa fue la última vez que vieron a Salazar pues se abordó su camioneta custodiado por sus guardaespaldas.
Hoy apenas en la mañana, Domínguez Cortés, reseñaba en su columna hojas libres otra supuesto incidente ocurrido la semana pasada, en el que el exprocurador Eduardo Montoya Liévano encaró y reclamó a Salazar en el aeropuerto de la ciudad de México, cuando se disponían a viajar en el mismo avión a esta ciudad.
Montoya Liévano, fue funcionario en el gobierno de Roberto Albores Guillén de 1998 al 200 y durante de la gestión de Salazar del 2000 al 2006, fue llevado doce veces a prisión por presuntos actos de corrupción, pero éste siempre se dijo un perseguido político.
En su colaboración al diario local, Domínguez Cortés escribió sobre la sorpresiva presencia de Pablo Salazar desde la semana pasada en el parque deportivo Caña Hueca entre las 7 y las 9 de la mañana.
“Ahí puede otorgar audiencia a todos a los que cerró durante seis años las puertas de palacio de gobierno y abrió las rejas de Cerro Hueco y El Amate para recluirlos sin justificación alguna. Los ofendidos ya saben a dónde encontrarlo para exigirle cuentas al artero Salazar”, señaló.
Y enumeró cada una de las organizaciones agraviadas como el Movimiento los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá que tras un movimiento de rebeldía culminó con el asesinato del chofer de la Normal Rural del estado de México y que la policía política de Mariano Herrán culpó a alumnos inocentes.
Enumeró las agresiones en contra de la Universidad Tecnológica de la Selva, la toma del pueblo de Tila y la represión en contra de los habitantes de Marqués de Comillas.
“También podrán encontrar a Pablo en Caña Hueca los presos políticos del sexenio, incluidos exfuncionarios injustamente encarcelados”, dijo Domínguez Cortés.
Fue imposible localizar al exgobernador chiapaneco, para conocer su versión del incidente.
El columnista y abogado, dijo que durante la gestión de Salazar, el también fue una víctima más en su sexenio y que si bien no fue llevado a la prisión como muchos otros, si fue víctima de acoso policiaco, de hostigamientos, de persecución, de cateos, derivados de la disputa por la patria potestad que se aferraba a mantener su hijo ante las intenciones de que le fueran arrebatados sus dos pequeños nietos de forma arbitraria.
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