ISAÍN MANDUJANO/APRO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 02 de julio (apro).- La madre de una menor de edad denunció penalmente al seminarista de Misioneros de Guadalupe, Julián Quino, quien abusó sexualmente de su hija, hechos que sucedieron en esta capital.

Según consta en la averiguación previa AP/274, iniciada en la Fiscalía Especializada en Delitos de Abusos Sexuales, sacerdotes de la de la Diócesis de Tuxtla ayudaron a escapar al agresor, quien pertenece a un grupo que recorre el país para impartir lo que llaman Semanas de Apostolado.

Olga Lilia Tovilla Madrigal, madre de la niña de 8 años de edad, explicó en la denuncia penal que el pasado viernes 15 de junio su hija asistió a una sesión se análisis de temas católicos impartidos en el marco de la campaña Semana de Apostolado, por seminaristas de la escuela Misioneros de Guadalupe.

El evento se llevaría a cabo en la capilla de Nuestra señora del Carmen ubicado en la colonia Colinas del Oriente, de esta ciudad. “Cuando ella llegó no habían más niños, únicamente un seminarista y se quedó platicando un rato con el mientras llegaban los demás niños”, dijo la madre, quien añadió que por ubicarse el lugar a pocos metros de su vivienda, la menor acudía sola.

Este seminarista, de nombre Julián Aquino, “con engaños llevó a mi hija a una casa habitación de la misma colonia en donde le habían hospedado ya que él es de las misiones itinerantes que recorre el país”.

Olga Tovilla explicó que el prelado le pidió a la niña que lo acompañe a traer un periódico y unos regalos para los niños, ya que él atiende especialmente a este sector a través de lo que llaman “Club de Niños Misioneros de Guadalupe”.

El testimonio de la niña señala que al entrar a la vivienda la metió a la recamara, porque dijo que era ahí donde tenía los regalos, la empezó a besar y acariciar, y la acostó en la cama, “no podía hablar ni gritar de tanto miedo que tenía”. Según el testimonio, el seminarista no llegó a penetrarla.

“Cuando regresé vi a mi hija muy triste, me dijo que nunca iba a volver a la iglesia porque hay gente muy mala y que jamás lo volviera a dejar sola. Le pregunté que había pasado… En ese momento le llamé a su celular al Padre Daniel Orantes Trujillo, párroco de la parroquia "Divino Niño Jesús", quien es amigo de mi familia”, señaló la madre de la menor.

En su testimonio ante el agente del Ministerio Público, la mujer explicó que le narró vía telefónica lo sucedido, “me preguntó qué pensaba hacer, le dije que lo quería matar, que lo iba a denunciar y me dijo que no lo hiciera que me esperara que llegaba en media hora a mi casa”.

Sin embargo no llegó, por lo que al día siguiente acudió ante la Fiscalía General, en donde le dicen que acuda a la Especializada en Delitos de Abusos Sexuales. “No me atendieron porque era sábado, regresé el lunes y me dice que ya había pasado mucho tiempo y que no lo podían detener en ese momento al seminarista”.

Para ese tiempo, según el testimonio de Olga Tovilla los Sacerdotes Daniel Orantes y otro de nombre Jaime, acudieron con el seminarista, a quien le dijeron que se regresara a la ciudad de México, donde se encuentra la sede del Seminario, porque la mamá de la niña agraviada “lo iba a meter a la cárcel”.

“Como la madrugada del viernes en que se cometió el abuso no había transporte a la ciudad de México, lo mandaron en taxi a Villahermosa y desde ahí a México”.

En entrevista, Olga Tovilla sostuvo que luego de interponer la denuncia, el miércoles 20 de junio, fue citada a la sede la Diócesis de Tuxtla, en donde fue recibida pro el Arzobispo Rogelio Cabrera.

“Me dijo que a nombre de la Iglesia Católica me pedía perdón a mi y a mi hija, yo le dije que esa situación no podía quedar ahí, que el seminarista debía pagar por lo que hizo, no como venganza, sino porque el que él siguiera libre y viajando por el país bajo el cobijo de la Misiones Guadalupanas, pone en riesgo a miles de niños”.

Días después –señaló la mujer- fue citada nuevamente, “me recibió un sacerdote de nombre Raúl, quien dijo que venía como representante de Misioneros de Guadalupe, me preguntó “qué quería, me dijo que la comunidad católica no quería que se divulgue este asunto”.

A la fecha, según explicó Olga Tovilla, la Fiscalía Especializada en Delitos de Abusos Sexuales le exigió investigue el nombre completo del seminarista agresor, para continuar la investigación penal, lo cual no ha podido conseguir “porque ya ninguno de los sacerdotes quiere hablar sobre esto”.
Los Misioneros de Guadalupe, tienen su sede en Insurgentes sur número 4120 de la colonia La Joya en a delegación Tlalpan, en el Distrito Federal. Según su página en internet, fue fundada por el obispo mexicano Alonso Manuel Escalante y la Conferencia del Episcopado Mexicano el 7 de octubre de 1949.
En ese instituto participa la Iglesia Católica formando, enviando y sosteniendo a sus misioneros en la labor siempre necesaria de la evangelización de los que no creen en Cristo: “Venera a Santa María de Guadalupe como Patrona y sus miembros reciben el nombre de Misioneros de Guadalupe”.
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ISAÍN MANDUJANO/APRO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 12 de julio (apro).- La Iglesia Católica se desmarcó del seminarista que supuestamente abusó sexualmente de una menor de ocho años en una de las colonias de la periferia de la ciudad por lo que exhortó públicamente al prófugo se entregué a las autoridades locales para deslindar responsabilidades.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tuxtla, José Luís Mendoza Corzo, dijo que la Iglesia no solapará a nadie y por ende ellos se han deslindado del incidente que ha “apenado” a la Iglesia Católica.
El pasado 2 de julio, Olga Lilia Tovilla Madrigal, madre de una niña de 8 años de edad, denunció el supuesto abusó sexualmente cometido por el seminarista Julián Quino Velasco, miembro de los Misioneros de Guadalupe, a quien sacerdotes de la Arquidiócesis de Tuxtla ayudaron a escapar.
"La Iglesia no permitirá se solape este tipo se situaciones que abochornan a los que participamos dentro de la fe, y que pudiera menguar la confianza de los creyentes", dijo el obispo auxiliar, José Luis Mendoza Corzo.
El nuevo recién ungido como obispo de Tuxtla, dijo que la organización Misioneros de Guadalupe, grupo al que pertenecía el supuesto agresor, fechada el 7 de julio, envió una carta al arzobispo de Tuxtla, Rogelio Cabrera López y al la Fiscalía General del Estado, en la que da a conocer la expulsión del seminarista señalado, Julián Quino Velasco.
"Los Misioneros de Guadalupe, así como la Arquidiócesis hacemos del conocimiento público que de ninguna manera aceptaremos amenazas y acusaciones proferidas ante los medios. Hemos tomado la decisión de suspender a Julián Quino Velasco como alumno, ya que se ha causado un enorme daño no sólo a la institución misionera, sino a la Arquidiócesis. De ninguna manera seremos encubridores de tales hechos", dijo por su parte Rogelio Cabrera López.
La carta enviada desde la Ciudad de México por los Misioneros de Guadalupe, fue llevada personalmente a la FGE por el sacerdote Daniel Orantes, en el marco de uno de sus citatorios a los cuales acudió para declarar en torno al caso, luego de que fuera señalado como uno de los clérigos que ayudó al seminarista a huir de Chiapas.
Los Misioneros de Guadalupe, tienen su sede en Insurgentes sur número 4120 de la colonia La Joya en a delegación Tlalpan, en el Distrito Federal. Según su página en internet, fue fundada por el obispo mexicano Alonso Manuel Escalante y la Conferencia del Episcopado Mexicano el 7 de octubre de 1949.
En ese instituto participa la Iglesia Católica formando, enviando y sosteniendo a sus misioneros en la labor siempre necesaria de la evangelización de los que no creen en Cristo: “Venera a Santa María de Guadalupe como Patrona y sus miembros reciben el nombre de Misioneros de Guadalupe”.
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