ISAÍN MANDUJANO/APRO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 05 de marzo (apro).- El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) dio a conocer que a recibido denuncias de indígenas zapatistas que ante el escenario de un nuevo gobierno estatal y otro federal, en los últimos meses se han reactivado en la zona de conflicto organizaciones paramilitares pero con otros nombres, algunas de ellas que han empezado a recibir armas y entrenamiento del Ejército Mexicano.
El Frayba dijo hoy que las autoridades del Caracol de Resistencia Hacia un Nuevo Amanecer de La Garrucha conformado por los municipios rebeldes de San Manuel, Ricardo Flores Magón, Francisco Gómez y Francisco Villa, denunciaron ante este organismo sucesos violentos que se han estado suscitando en contra de comunidades zapatistas en tierras recuperadas, por miembros de la Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC) y la Unión Regional Campesina Indígena (URCI).
El Frayba recordó que a la OPDDIC se le vincula con el extinto grupo paramilitar Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA), a su vez que la URCI, es una de las escisiones del grupo paramilitar Paz y Justicia (Desarrollo, Paz y Justicia AC), que ente 1995 y 1998 provocó una estela de muertes y desapariciones en la zona norte del Chiapas.
Ambas “nuevas” organizaciones son acusadas por los indígenas zapatistas de tener ligas con el Ejército Mexicano y de haber empezado desde diciembre pasado de una serie de amenazas con armas de fuego y de amenazas de desalojo de tierras “recuperadas” en 1994, tras al alzamiento armado.
El primer caso se registró en diciembre pasado en el Emiliano Zapata, municipio autónomo Flores Magón, o también conocido como el municipio de Ocosingo, “donde fueron desplazadas varias familias zapatistas por 60 personas de la URCI, armadas, disparando al aire, dejando 16 hectáreas de milpa, animales, maíz y frijol en la troje, y objetos personales como ropa. Los agresores se quedaron en el poblado, desbarataron tablas y láminas, y vendieron animales. Pusieron retenes armados y no dejaban pasar a nadie”.
En febrero pasado, los zapatistas entraron de nuevo a recuperar sus tierras, logrando posicionarse de una casa en donde habitan 45 personas, y de algunas de sus parcelas de cultivo.
Después los miembros de URCI llegaron disparando al aire. Según la denuncia recibida, los miembros de la URCI que se han posesionado de las tierras recuperadas zapatistas en Emiliano Zapata, “tienen radios de comunicación, hacen revisiones, están uniformados de color verde al igual que el Ejército mexicano pero sin escudos”.
Denunciaron ante el Frayba que quien dirige a este grupo de 60 personas armadas es Julio César Pérez, originario del municipio de Tumbalá, y que el delegado regional de la URCI es Francisco López Méndez, originario del Ejido Egipto, en el municipio de Salto de Agua. Entre ellos además hay personas originarias de La Palma Tulijá.
El segundo caso se registró en la comunidad Nuevo Rosario, Municipio Autónomo Francisco Gómez, antiguo Rancho El Jaibolito, municipio de Ocosingo.
De acuerdo a la denuncia de las autoridades autónomas y de pobladores de Nuevo Rosario, las agresiones se vienen incrementando desde el 17 de enero, desde que miembros de la OPDDIC “llegaron a rozar 400 metros del poblado que tiene un área de cinco hectáreas, echaron fuego a un corral, levantaron los alambrados -28 rollos- y se los llevaron, además quebraron el horno colectivo, y pintarrajearon la Ermita, se burlaron de la Organización (EZLN) escribiendo: “Si Marcos los tiene completos que se venga”.
A un indígena, Alonso Rodríguez, lo obligaron a firmar para que saliera de la Organización (EZLN) y lo golpearon, a otro, José Rodríguez, lo amarraron y lo llevaron cargando dos rollos de alambre a Nueva Jerusalén, cuando su pareja intentó defenderlo, la golpearon.
“Mencionan que los agresores son del poblado Jaibolito y Jerusalén, ejido de Cuxulhá. Son miembros de la OPDDIC y de la ORCAO (Organización Regional de Cafeticultores Autónomos de Ocosingo AC) y que en las agresiones portan rifles calibre 22. Al poblado de Nuevo Rosario ya se presentó José Pérez Gómez, dirigente de ORCAO y Regidor de Ocosingo a asegurarles que las acciones de sus miembros son reprobables y que los expulsarían”, dice la denuncia hecha ante el Frayba.
El tercer caso se dio en la comunidad Pancho Villa, municipio autónomo rebelde de San Manuel, antes conocido como el Rancho El Jordán municipio de Ocosingo.
Según las autoridades zapatistas, en diciembre pasado entraron armados a los terrenos de Francisco Villa, al menos 40 miembros de la OPDDIC, originarios del poblado Nuevo San Jacinto, a cosechar y llevarse el maíz de la comunidad zapatista, acompañados de 29 soldados del Ejército mexicano uniformados y con armas G-3 y UZI, que están destacamentados en la Base de Operaciones “Río Jordán”.
“Los soldados les dijeron a los pobladores de Pancho Villa que no tienen derecho y les “echaron culatazos””, dice la carta.
En su denuncia los zapatistas refieren que el EZLN recuperó paaa sus bases de apoyo las tierras de esa comunidad en 1994. Antes éstas pertenecieron a un ranchero de nombre David Domínguez cuya esposa todavía habita en las colindancias de la Base de Operaciones “Río Jordán”.
“El día 28 de febrero de 2007 se presentaron los hijos del ranchero, Andrés Domínguez Gutiérrez y Jesús Domínguez Gutiérrez radicados en Ocosingo, y colocaron una lona en el terreno recuperado, asegurando que les pertenece. Las autoridades zapatistas los citaron para dialogar sobre el asunto y pedirles que se retiraran y quitaran dicha lona, estos individuos dijeron que no se van a ir y que están dispuestos a permanecer en el lugar pase lo que pase”, apuntan los zapatistas.
Señalaron en la denuncia que los miembros de la OPDDIC han salido en defensa de estos hermanos Domínguez que han amenazado con tomar acciones radicales contra los zapatistas si no les respetan sus tierras.
“De acuerdo a las autoridades autónomas, en las inmediaciones de Nuevo San Jacinto, miembros de la OPDDIC tienen entrenamiento militar cada 10 días, desde las 21:00 horas hasta las 4:00 horas del día siguiente, impartido por dos soldados de la Base de Operaciones Río Jordán. Afirman que hay mandos como sargentos, cabos etc. Dicen que están armados y que el Ejército les proporcionó las armas aproximadamente hace dos meses para provocar mismo entre familias del EZ y paramilitares”, dicen los zapatistas.
El poblado Nuevo San Jacinto tiene como 100 familias y está aumentando, tanto gente humilde como ganaderos. Y saben que los mismos pobladores miembros de la OPDDIC de Nuevo San Jacinto tienen en posesión 40 armas entre R-15 y M-16, para enfrentar a los zapatistas.
Mencionan además que en la región la OPDDIC tiene presencia en las rancherías San Caralampio, Guadalupe Tecojá, Nuevo San Jacinto, Zaragoza, La Trinidad, San José de la Soledad, Rancho El Coroso y otras. Consideran que son alrededor de 500 miembros que cada 15 días tienen reuniones en Monte Líbano.
Ante ello, el Frayba manifestó su preocupación por la convergencia de agresiones violentas en contra de las bases de apoyo zapatistas en terrenos recuperados en 1994, que se vienen dando desde el segundo semestre del año pasado.
“Los hechos antes descritos denotan una posible escalada de violencia con signos paramilitares, como parte de la estrategia contrainsurgente que ha mantenido el Estado mexicano durante todos estos años”, dijo el Frayba.
Señaló que la vinculación de efectivos del Ejército Mexicano en los eventos narrados, recuerdan hechos ocurridos en años anteriores y cuyas denuncias por violaciones a derechos humanos siguen en espera de la justicia prevaleciendo aún la impunidad.
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TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 05 de marzo (apro).- El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) dio a conocer que a recibido denuncias de indígenas zapatistas que ante el escenario de un nuevo gobierno estatal y otro federal, en los últimos meses se han reactivado en la zona de conflicto organizaciones paramilitares pero con otros nombres, algunas de ellas que han empezado a recibir armas y entrenamiento del Ejército Mexicano.
El Frayba dijo hoy que las autoridades del Caracol de Resistencia Hacia un Nuevo Amanecer de La Garrucha conformado por los municipios rebeldes de San Manuel, Ricardo Flores Magón, Francisco Gómez y Francisco Villa, denunciaron ante este organismo sucesos violentos que se han estado suscitando en contra de comunidades zapatistas en tierras recuperadas, por miembros de la Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC) y la Unión Regional Campesina Indígena (URCI).
El Frayba recordó que a la OPDDIC se le vincula con el extinto grupo paramilitar Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA), a su vez que la URCI, es una de las escisiones del grupo paramilitar Paz y Justicia (Desarrollo, Paz y Justicia AC), que ente 1995 y 1998 provocó una estela de muertes y desapariciones en la zona norte del Chiapas.
Ambas “nuevas” organizaciones son acusadas por los indígenas zapatistas de tener ligas con el Ejército Mexicano y de haber empezado desde diciembre pasado de una serie de amenazas con armas de fuego y de amenazas de desalojo de tierras “recuperadas” en 1994, tras al alzamiento armado.
El primer caso se registró en diciembre pasado en el Emiliano Zapata, municipio autónomo Flores Magón, o también conocido como el municipio de Ocosingo, “donde fueron desplazadas varias familias zapatistas por 60 personas de la URCI, armadas, disparando al aire, dejando 16 hectáreas de milpa, animales, maíz y frijol en la troje, y objetos personales como ropa. Los agresores se quedaron en el poblado, desbarataron tablas y láminas, y vendieron animales. Pusieron retenes armados y no dejaban pasar a nadie”.
En febrero pasado, los zapatistas entraron de nuevo a recuperar sus tierras, logrando posicionarse de una casa en donde habitan 45 personas, y de algunas de sus parcelas de cultivo.
Después los miembros de URCI llegaron disparando al aire. Según la denuncia recibida, los miembros de la URCI que se han posesionado de las tierras recuperadas zapatistas en Emiliano Zapata, “tienen radios de comunicación, hacen revisiones, están uniformados de color verde al igual que el Ejército mexicano pero sin escudos”.
Denunciaron ante el Frayba que quien dirige a este grupo de 60 personas armadas es Julio César Pérez, originario del municipio de Tumbalá, y que el delegado regional de la URCI es Francisco López Méndez, originario del Ejido Egipto, en el municipio de Salto de Agua. Entre ellos además hay personas originarias de La Palma Tulijá.
El segundo caso se registró en la comunidad Nuevo Rosario, Municipio Autónomo Francisco Gómez, antiguo Rancho El Jaibolito, municipio de Ocosingo.
De acuerdo a la denuncia de las autoridades autónomas y de pobladores de Nuevo Rosario, las agresiones se vienen incrementando desde el 17 de enero, desde que miembros de la OPDDIC “llegaron a rozar 400 metros del poblado que tiene un área de cinco hectáreas, echaron fuego a un corral, levantaron los alambrados -28 rollos- y se los llevaron, además quebraron el horno colectivo, y pintarrajearon la Ermita, se burlaron de la Organización (EZLN) escribiendo: “Si Marcos los tiene completos que se venga”.
A un indígena, Alonso Rodríguez, lo obligaron a firmar para que saliera de la Organización (EZLN) y lo golpearon, a otro, José Rodríguez, lo amarraron y lo llevaron cargando dos rollos de alambre a Nueva Jerusalén, cuando su pareja intentó defenderlo, la golpearon.
“Mencionan que los agresores son del poblado Jaibolito y Jerusalén, ejido de Cuxulhá. Son miembros de la OPDDIC y de la ORCAO (Organización Regional de Cafeticultores Autónomos de Ocosingo AC) y que en las agresiones portan rifles calibre 22. Al poblado de Nuevo Rosario ya se presentó José Pérez Gómez, dirigente de ORCAO y Regidor de Ocosingo a asegurarles que las acciones de sus miembros son reprobables y que los expulsarían”, dice la denuncia hecha ante el Frayba.
El tercer caso se dio en la comunidad Pancho Villa, municipio autónomo rebelde de San Manuel, antes conocido como el Rancho El Jordán municipio de Ocosingo.
Según las autoridades zapatistas, en diciembre pasado entraron armados a los terrenos de Francisco Villa, al menos 40 miembros de la OPDDIC, originarios del poblado Nuevo San Jacinto, a cosechar y llevarse el maíz de la comunidad zapatista, acompañados de 29 soldados del Ejército mexicano uniformados y con armas G-3 y UZI, que están destacamentados en la Base de Operaciones “Río Jordán”.
“Los soldados les dijeron a los pobladores de Pancho Villa que no tienen derecho y les “echaron culatazos””, dice la carta.
En su denuncia los zapatistas refieren que el EZLN recuperó paaa sus bases de apoyo las tierras de esa comunidad en 1994. Antes éstas pertenecieron a un ranchero de nombre David Domínguez cuya esposa todavía habita en las colindancias de la Base de Operaciones “Río Jordán”.
“El día 28 de febrero de 2007 se presentaron los hijos del ranchero, Andrés Domínguez Gutiérrez y Jesús Domínguez Gutiérrez radicados en Ocosingo, y colocaron una lona en el terreno recuperado, asegurando que les pertenece. Las autoridades zapatistas los citaron para dialogar sobre el asunto y pedirles que se retiraran y quitaran dicha lona, estos individuos dijeron que no se van a ir y que están dispuestos a permanecer en el lugar pase lo que pase”, apuntan los zapatistas.
Señalaron en la denuncia que los miembros de la OPDDIC han salido en defensa de estos hermanos Domínguez que han amenazado con tomar acciones radicales contra los zapatistas si no les respetan sus tierras.
“De acuerdo a las autoridades autónomas, en las inmediaciones de Nuevo San Jacinto, miembros de la OPDDIC tienen entrenamiento militar cada 10 días, desde las 21:00 horas hasta las 4:00 horas del día siguiente, impartido por dos soldados de la Base de Operaciones Río Jordán. Afirman que hay mandos como sargentos, cabos etc. Dicen que están armados y que el Ejército les proporcionó las armas aproximadamente hace dos meses para provocar mismo entre familias del EZ y paramilitares”, dicen los zapatistas.
El poblado Nuevo San Jacinto tiene como 100 familias y está aumentando, tanto gente humilde como ganaderos. Y saben que los mismos pobladores miembros de la OPDDIC de Nuevo San Jacinto tienen en posesión 40 armas entre R-15 y M-16, para enfrentar a los zapatistas.
Mencionan además que en la región la OPDDIC tiene presencia en las rancherías San Caralampio, Guadalupe Tecojá, Nuevo San Jacinto, Zaragoza, La Trinidad, San José de la Soledad, Rancho El Coroso y otras. Consideran que son alrededor de 500 miembros que cada 15 días tienen reuniones en Monte Líbano.
Ante ello, el Frayba manifestó su preocupación por la convergencia de agresiones violentas en contra de las bases de apoyo zapatistas en terrenos recuperados en 1994, que se vienen dando desde el segundo semestre del año pasado.
“Los hechos antes descritos denotan una posible escalada de violencia con signos paramilitares, como parte de la estrategia contrainsurgente que ha mantenido el Estado mexicano durante todos estos años”, dijo el Frayba.
Señaló que la vinculación de efectivos del Ejército Mexicano en los eventos narrados, recuerdan hechos ocurridos en años anteriores y cuyas denuncias por violaciones a derechos humanos siguen en espera de la justicia prevaleciendo aún la impunidad.
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