Yo, RAFAEL SALIN-PASCUAL
Relato de un médico afectado por la gripe porcina
Un ciudadano de México Distrito Federal relata cómo fue diagnosticado del virus de influenza y cuenta el ambiente que se vive en la capital mexicana
RAFAEL SALIN-PASCUAL - Distrito Federal - 27/04/2009
En muchos sentidos, los médicos estamos en las primeras filas de los que caen. Pues ese es mi caso con la llamada influenza porcina. Mi cuadro, como el muchos, no es el típico que se ofrece como criterio de influenza (fiebre elevada, ataque al estado general, prestación general etc). Yo llegué el domingo de la semana pasada de un viaje para dar clases de doctorado en La Universidad de Chiapas, y el lunes comencé a sentir debilidad, somnolencia, y dolor de garganta. El jueves, me sentí mucho peor.
Cuando fui diagnosticado, me sentí mal por dos razones: porque soy médico, y por lo tanto negador de mis males, y porque en ese lapso de tres días de dudas diagnósticas, he debido de contagiar el virus a otras personas. Mi caso fue diagnósticado como influenza el jueves pasado por el servicio de Infectología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. En mi caso, la severidad es moderada, no requiero antivirales, sólo medidas de sostenimientos generales, como anti-inflamatorios no esteroideos (Parecetamol, ibuprofeno etc), hidratación, y vigilancia de la evolución. Fuera de febricula (37.5 GC) y ataque al estado general (dolores musuclares y de articulaciones), y rinorrea profusa.
Encerrados ante la pandemia
En mi opinión, las pandemias se deben de tratar como sucedía con la peste en la edad media. Encerrados y ante el mínimo cambio aislarse incluso de la familia. Limitar lo cubiertos y demás enseres del enfermo. Las vacunas que hay no protegen contra el virus actual. Viejos, y personas a riesgo por problemas pulmonares, se deben de tratar de proteger de más, limitando las visitas. Ahora que las vacunas se desarrollan por clonación de cadenas proteicas virales, esperemos que pronto se teca algo para proteger a las poblaciones en riesgo mencionadas, y por supuesto ahí estamos enfermeras, asistentes sociales y médicos.
El virus parece ser más agresivo en México que en Estados Unidos de Norteamerica, al parecer por un sesgo en el modo de recabar las muestras. Aquí sólo que se cuantifican los casos severos, y sobre estos las tazas de defunción son de 8.1 %. Para que se hagan una idea, la famosa Gripe Española, tuvo una taza del 2.5 % de defunciones. Esto es lo alarma al mundo, pero tengo la impresión de que si se toman los casos leves (en mi casa, mi esposa estornudó dos día y ya), la severidad de la contaminación, la desnutrición de algunos sectores de la población y la falta de servicios médico certificados, todo esto y otros factores podrá entenderse que quizás no es la mortalidad atribuible a la cepa viral, sino al huesped en un entorno depauperado.
Ligas donde aparece la nota
http://nuevaprensa.com.ve/content/view/19440/2/
Curriculum, Dr. Rafael J. Salín-Pascual
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