Es octubre y no olvido

¡Libertad a Chema!

Homenaje en vida y no se olvida

José Quiles

Octubre de 2009

Los “desmemoriados” los de “borrón y cuenta nueva” de uno u otro lado, olvidan o les conviene olvidar o hacen todo lo posible para que se olvide, y están los que fingen el olvido; de esa manera prolongan la impunidad o cosechan lo que otros sembraron, y claro, lo olvidan o fingen haberlo olvidado:

Así, para algunos de ellos, en Chiapas, la historia del movimiento social inició a partir de 1994

Siglos de humillaciones, siglos de despojo, siglos de explotación, siglos de injusticias y de masacres, pero también siglos de resistencia, de luchas, de aprendizaje, de unión y de recuperación de la dignidad[1] antecedieron a ese despertar del 1º de enero de 1994.

El año de 1974, 20 años antes del levantamiento del EZLN, en camionetas de la UNICEF, que salieron del PRODESCH – Programa de Desarrollo Socioeconómico de los Altos de Chiapas”, en San Cristóbal de Las Casas, entraron en Venustiano Carranza los soldados a perseguir, reprimir y sitiar a los comuneros (entre ellos estaba Chema). La comunidad había sido despojada de parte de sus tierras muchos años atrás y el hurto continuaba, se sumó a él la Comisión Federal de Electricidad - CFE[2], que expropió, y no indemnizó, mas de 5 mil hectáreas de bienes comunales para la construcción de una presa, además de los terrenos que ocupó y no pagó, para la instalación de torres y tendido eléctrico.

El periódico Excélsior iba a informar de ello y del Primer Encuentro Indígena de San Cristóbal de Las Casas. Como muchos sabemos, antes de que eso sucediera, se dio el golpe que quitó a Julio Scherer de la dirección. El periódico salió (1975) pero con toda la plana ¡vacía!, posteriormente, desde la Revista Proceso se da cuenta de estos sucesos y los de Simojovel que se comentan más adelante.

Cada Comisariado que elegía la Comunidad de Venustiano Carranza y que se sostenía en la lucha por la recuperación de sus tierras, caía asesinado por los pistoleros de los Orantes y otros caciques, basta con ir a la casa de la comunidad para ver los nombres y retratos de los caídos, ¡la lista es innumerable!

Pocos años después surge la Unión de Ejidos 28 de Septiembre en Pujiltic[3], Venustiano Carranza, que cumplió, hace unos días, 31 años de haberse constituido con solicitantes de tierra de Las Margaritas (Ejido Los Pinos), Abasolo (Ocosingo), Pabuchil Chanival (Simojovel), Nuevo Tamaulipas, El Sauzal (Villa de Las Rosas), Agua Bendita (Soyatitán, Socoltenango, Villa de Las Rosas), integrantes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos - CIOAC.

Tierras inundadas fueron abiertas al cultivo después de desazolvarlas previa indemnización a los propietarios (los Pedrero, los Orantes, los Ruiz, entre otros, no muchos mas, ¡los mismos que despojaron de las mejores tierras a los comuneros de Venustiano Carranza!), estaban por pasar 10 años del decreto expropiatorio y no se había constituido ni un solo Nuevo Centro de Población Ejidal (NCPE), los terratenientes iban a recuperar “sus” tierras, ya aptas para el cultivo, sin que les costara un peso, y quedándose, ¡además!, con la indemnización. Fue necesario que los solicitantes de las comunidades antes mencionadas marcharan por primera vez de Pujiltic hasta Tuxtla Gutiérrez; nada les resolvieron, y ya en La Pochota, decidieron regresar y tomar las tierras. Ahí resistieron amenazas, intentos de desalojo, hambre, y continuaron luchando por sus derechos ya como ejidatarios cañeros y dando importante apoyo al movimiento de sus compañeros en todo el estado. Por dos ocasiones rompieron el cerco militar a la comunidad de Venustiano Carranza, sin más armas que sus machetes de trabajo y su convicción de respaldar a quienes tenían la razón (entre ellos estaba Chema).

Estas tierras, como las de Marqués de Comillas (entre otras), fueron utilizadas por el Estado mexicano, vía la Secretaría de la Reforma Agraria - SRA, para dejar intocados los latifundios en los estados o municipios donde la lucha por la tierra afectaba a los terratenientes y sus aliados en los gobiernos federal, estatal o municipal. Es así como, cansados de hacer gestiones, los solicitantes de la zona de Simojovel y Huitiupán (que unos años antes habían sido desalojados cuando tomaron las tierras en las que habían sido peones acasillados por generaciones y fueron encerrados en una escuela, y algunos de ellos lanzados desde los helicópteros que los desalojaron), volvieron a contactar a los integrantes del comité nacional de la CIOAC

Ahí se inicia un movimiento que tenía la particularidad de no ser ya la lucha de una comunidad aislada, se incorporan poco a poco campesinos de Venustiano Carranza, Soyatitán, Socoltenango, Villa de Las Rosas, Teopisca, Simojovel, Huitiupán, El Bosque, Comitán, Ocosingo, Las Margaritas, Independencia, Trinitaria, Acapetahua y otras de la costa; ya a mediados de los años 80, se suman comunidades de la Frailesca y algunas de los Altos de Chiapas. Los comuneros de Venustiano Carranza participaron junto con estos campesinos en diferentes movilizaciones (entre ellos Chema, siempre atento a como iban sus compañeros, cargado de los morrales de los mas cansados, solidario, sin protagonismos), e incluso, en negociaciones con “autoridades” del gobierno federal y estatal, respetando y manteniendo la independencia de sus organizaciones, y en ocasiones, discutiendo las diferencias (para eso hubo tiempo en el penal de Cerro Hueco)

Así pues, cómo olvidar los nombres de nuestros compañeros, de sus muertos, de nuestros muertos:

Tiburcio Gómez, Alejandro y Pedro, comuneros de Teopisca; Miguel de la Cruz y Alfredo Morales de Villa de Las Rosas, Andulio Gálvez de la región fronteriza; o los compañeros de Cacaos, Luis Espinosa, Tres Casas, Natividad Pechuag, Pabuchil, Chanival, Fausto de San Antonio La Montaña –Simojovel, los compañeros de la Finca Portugal, El Vergel, Campo La Granja, los de Huitiupán o El Bosque, Sebastián Pérez Núñez de Bochil, Arturo Albores de la Organización Campesina Emiliano Zapata - OCEZ, Agustín Rubio Montoya de la CIOAC muerto en el “accidente” atentado contra Amado Avendaño y el grupo que le apoyaba. Una interminable relación de compañeros asesinados o muertos en la lucha. Cuantos campesinos fueron heridos o encarcelados por defender sus derechos o los derechos de sus compañeros; hasta el penal de las Islas Marías se llevaron a muchos tzotziles a principios de los años 80.

Y puestos a recordar….

Como olvidar que, cuando los pueblos se han dado, por la vía democrática, gobiernos socialistas o populares, como el de la República Española o el Gobierno de Unidad Popular chileno, los mismos de siempre, lejos de respetar la voluntad del pueblo, la intentaron someter a sangre y fuego (¡Ay ya nos metimos en Honduras!)

Como olvidar los nombres de aquellos que ¿controlaban? (o siguen controlando) la economía, la política y hasta la vida de los chiapanecos:

Carmen (“tío Carmen” para algunos), Magín o Jesús Orantes; Penagos, Seltzer, Pedrero, Mijangos, Hidalgo, Zenteno, Domínguez, Trejo, Culebro; Castellanos, Ruiz, José María Álvarez, “Don Chemita”, de Teopisca, entre otros “finísimos” y “encantadores” caciques que de frente te sonreían y por detrás te mandaban matar. Otros de ellos, “los modernos”, que aun manteniendo las fincas o grandes extensiones de tierra, “diversificaron sus inversiones”

Ahora siguen siendo ellos y sus hijos los que “gobiernan” y mantienen el poder en Chiapas, pero también hay compañeros que no se han sometido y están los hijos de los que lucharon en lucha, bueno y también uno que otro tránsfuga, neoranchero (neofinquero), “político” comerciante o funcionario, los que se beneficiaron y se siguen beneficiando con la política de “contrainsurgencia”, o los que incorporan en sus filas “partidistas” a grupos o “candidatos” paramilitares, a priístas o panistas despechados.

Cambios mínimos desde entonces, no siempre para “mejor”; profundización de los procesos de acumulación en unas cuantas manos y migración campesina. Grandes avances en la organización, la conciencia y la difusión de su problemática desde las comunidades.

Y hablando de lo “legal” o “ilegal” que aducen las “autoridades” en el caso de Chema y de tantos otros luchadores sociales; hablando de pasado que parece presente y de presente que parece pasado:

Ilegalizan, criminalizan la lucha social so pretexto de defender la “Ley”, la “democracia”

¿Es o era legal que los finqueros tuvieran o tengan tiendas de raya, cárceles clandestinas, “derecho de pernada”, guardias blancas-asesinos a sueldo?, ¿que se hicieran de enormes propiedades a base del asesinato, del despojo, de la invasión de Bienes Comunales, de ejidos, de terrenos nacionales y hasta de pequeñas propiedades, muchas veces apoyados por pelotones del ejército que ellos sostenían?

¿Era legal que los atajadores tiraran unas cuantas monedas al suelo para quedarse con los productos campesinos en las entradas de la coleta Jovel?

¿Es legal lo que coyotes, acaparadores, finqueros, comerciantes pagan por los productos campesinos o los “embolen” en la trastienda y no les paguen nada, bajo amenaza cumplida de ir a la cárcel de no aceptar la “paga”?

¿Era legal que los comerciantes vendieran carne de cerdo con “grano” (cisticerco) a los pueblos indios, a sabiendas de que estaba infestada y los “caxlanes” (no indígenas) no la comprarían?

¿Es legal y “democrático” que las cárceles estén llenas de campesinos (y digo campesinos como digo indígenas o indios, que de campo se trata) inocentes, que no cuentan con abogado o con suficiente “castilla” pa medio defenderse, dinero para pagar la “fianza”, o movimiento que los respalde?

¿Era legal que a los peones acasillados se les “pagara” con fichas a canjear en la tienda de raya (y estamos hablando de la década de los 80’s y es mas que posible que continúen así en algunas fincas hasta el día de hoy), atados de por vida y por generaciones al finquero en turno?

¿Fue legal que cuando se intentó registrar (a principio de los años 80) el Sindicato de Obreros Agrícolas Miguel de la Cruz, integrado por peones acasillados de Simojovel, Huitiupán y El Bosque, para que los finqueros reconocieran y saldaran las deudas que tenían ellos y sus antepasados con los acasillados, el Estado negara una y otra vez el registro?, y sin embargo, se sacaran de la manga un sindicato (¡un verticato!, diría el grupo Jarcha), no casualmente llamado “Solidaridad” ¡y le dieron registro! Lo que se le debía a los trabajadores no alcanzaba a pagarse ni con las fincas; los acasillados regresaron a la lucha agraria. (¿Independencia y Revolución?)

¿Es legal que no se pague ni el salario mínimo del campo a los trabajadores rurales?

¿Era legal que los finqueros llevaran en fila a “sus” peones acasillados a votar por el candidato oficial mientras ellos encabezaban el desfile montados en sus caballos?

¿Es legal y “democrático” que los puestos de elección popular se obtengan por medio del engaño, la componenda, el reparto de cuotas, la compra del voto, el fraude o la amenaza?

¿Cuándo en México se ha respetado la voluntad del pueblo? ¿Cuándo el pueblo se ha visto representado en los diferentes niveles de gobierno? ¿Cuándo los servidores han servido a su pueblo?

Salinas “decreta el fin del reparto agrario” con los cambios al 27 Constitucional, organizaciones campesinas oficiales se someten, algunas independientes también, no sin producirse divisiones. Mas adelante, el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares -“PROCEDE” “legaliza” la apropiación privada de lo social; las tierras ejidales pueden venderse “legalmente” al mejor postor. Calderón y su gobierno desaparecen el cadáver: la SRA. El acaparamiento de la tierra continúa su marcha con apoyo oficial y los mismos o diferentes actores, solos o asociados, “legales” y respaldados desde el gobierno en turno. Cualquier intento de luchar por la tierra, continuará siendo (o pretendiendo ser) ilegalizado por el Estado

Y sin embargo, ¿Cuántos finqueros, caciques o funcionarios corruptos han sido llamados a cuenta? ¿Cuántos fueron detenidos por portar armas “exclusivas” del ejército? ¿Cuántos fueron a la cárcel por matar o despojar a campesinos? ¿Cuántos fueron citados por las autoridades agrarias o laborales para que actuaran dentro de la “Ley”? ¿Cuántos por invadir terrenos ejidales, comunales o propiedad de la nación? ¿Cuántos por tener propiedades que excedían (y exceden) con muucho los límites de la “pequeña propiedad” y por utilizar a prestanombres? ¿Cuántos terratenientes, soldados, pistoleros o finqueros fueron enjuiciados por masacrar comunidades enteras, violar a mujeres (¡y a decenas de niñas!, como Carmen Orantes) y destruir sus escasos medios de subsistencia? ¿Cuántos caciques, funcionarios o finqueros han sido detenidos por armar y sostener guardias blancas o paramilitares? Escuche pues, no el Mayor Sabines, sino el menor, y no de paso, Calderón

Un poquito de historia no nos viene mal[4]

Y me podrían decir que eso sucedió el siglo pasado. ¡No! Sucedió ayer, sucede hoy y puede volver a suceder!

Y ya que parece que hasta entre los movimientos sociales hay “elites”, aunque al Estado lo mismo le da que sea “Chana o Juana”…….

Y que como escribió Bertolt Brecht: “…..Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles....” y entre ellos está Chema.

Y ya que a ellos no les ha escrito una canción Sabina, ni un libro Paco Ignacio, (¡si supieran seguro que lo harían!), que tal ahora la canción final de la Cantata de Santa María de Iquique de Quilapayún:

“Ustedes que ya escucharon la historia que se contó, no sigan allí sentados pensando que ya pasó. No basta solo el recuerdo el canto no bastará. No basta solo el lamento miremos la realidad.

Quizás mañana o pasado o bien, en un tiempo mas la historia que han escuchado de nuevo sucederá. Es Chile un país tan largo, mil cosas pueden pasar si es que no nos preparamos resueltos para luchar. Tenemos razones puras, tenemos por qué pelear. Tenemos las manos duras tenemos con qué ganar.

Unámonos como hermanos que nadie nos vencerá. Si quieren esclavizarnos jamás lo podrán lograr. La tierra será de todos también será nuestro el mar. Justicia habrá para todos y habrá también libertad. Luchemos por los derechos que todos deben tener. Luchemos por lo que es nuestro de nadie mas ha de ser.

Es peligroso ser pobre amigo, es peligroso ser pobre amigo”

Y escribo esto antes de que tenga “algo que perder”, que no sea la vida, la memoria o la “cordura”, porque, como decía León Felipe, “…. cuándo, yo pregunto loquero, cuándo se pierde el juicio, si no es ahora que la justicia vale menos, infinitamente menos que el orín de los perros….” o algo así

¡Libertad a Chema y a todos los injustamente presos, JUSTICIA!, y ya que entre zapatistas y a casi 100 años estamos: ¡Tierra y Libertad! La tierra debe de ser de quien la esté trabajando

José Quiles

Octubre de 2009

Ah! Y si “sin maíz no hay país”, sin frijol –sin milpa pues- tampoco ¡y sin campesinos menos!



[1] La marcha de la dignidad, como le llamaron algunos a aquella movilización del año 1983, en que salieron a caminar protestando más de 5 mil hombres, mujeres y niños representantes de 40 pueblos de toda la geografía chiapaneca (frontera, norte, sur, costa, centro), porque el gobernador en turno, Absalón Castellanos, tampoco escuchó. Dignidad, la de aquellos mas de 500 hombres mujeres y niños tzotziles, tzeltales, zoques, tojolabales y uno que otro mestizo, ajualil o caxlán, que caminaron mas de un mes, incluso descalzos, desde sus comunidades hasta la ciudad de México exigiendo ¡JUSTICIA!

[2] ¡Que ironía! ¿O sería maquiavélicamente pensado? En esta ocasión, policías disfrazados con uniformes de CFE y en camioneta con logo de la CFE, detienen a José Manuel Hernández, Chema, en Venustiano Carranza el miércoles 30 de septiembre, un compañero de él muere y varios quedan heridos al intentar evitar su rapto.

[3] Hernán Pedrero era dueño del Ingenio en donde se producía el “pox” (aguardiente de caña) que sirvió a muchos terratenientes para “enganchar” a los jornaleros de Los Altos, a guatemaltecos y campesinos sin tierra durante décadas, y a comerciantes de Jovel y otras ciudades, para hacerse con los productos, y, en no pocas ocasiones, con las tierras de los campesinos. El Ingenio Pujiltic, como las carreteras y los bancos, pasó de ser propiedad privada a propiedad pública, una vez “saneados” (la historia se repite una y otra vez) ¡pasan nuevamente a manos privadas!

[4] Mucho se podría decir aun de Pantelhó, Chenalhó, Tila, Tumbalá, Sitalá, Sabanilla, Chalchihuitán, Simojovel, Huitiupán, El Bosque, Villa de Las Rosas (Pinola), Venustiano Carranza (San Bartolomé de Los Llanos), Teopisca, Las Margaritas, Ocosingo, Yajalón, Tenejapa, “San” Andrés; o de Pueblo Nuevo Solistahuacan, del Soconusco, Chicomuselo, entre otros.