JUEVES, MAYO 07, 2009
Amatenango del Valle, Chis; 6 de mayo.- Los cuatro enfermos de influenza humana que se han registrado en esta comunidad, no atemoriza a los indígenas tzeltales, que desde el pasado fin de semana, que se supo de los casos, no portan cubrebocas.
La mayoría de los campesinos y las alfareras están despreocupadas por lo que ha pasado en el lugar. Muchos de los indígenas caminan por las calles sin ninguna protección.
Muchas familias que se congregan en los corredores de sus casas parecen apacibles y sin ningún miedo limpian maíz, tejen y elaboran sus artesanías.
En El Madronal, ubicado sobre la carretera Teopisca-Villa de las Rosas, algunos jóvenes conversan a la orilla de la vía, en sus bicicletas y en una planicie cercana a la clínica del IMSS, jóvenes se les ve contentos durante un encuentro de fútbol.
-¿Qué hay cuatro casos de influenza aquí?, se le pregunta al dueño de una negociación, que con seguridad responde:“¡Eso dicen!”, pero el hombre aun no se han preocupado por cubrirse la boca, aun cuando en su negocio atiende a decenas de personas.
En la clínica del IMSS, ubicada en una antigua bodega de Conasupo, un grupo de médicos y enfermeros son los únicos que portan cubrebocas, pero cuando ven a los reporteros, se esconden en la parte posterior del edificio.
El templo católico no ha cerrado sus puertas, mucho menos la presidencia municipal. En un vehículo, de tres funcionarios de Protección Civil que viajan en una camioneta y que se aproximan hacia la presidencia, sólo uno porta cubrebocas.
En el puesto de salud del IMSS, que se ubica frente al parque central, los médicos y enfermeras son los únicos que llevaban cubrebocas.
Según fuentes médicas, en este lugar de los cuatro casos de influenza humana, tres son hombres y una es mujer.
Uno de los indígenas se contagió en la Central de Abasto de la ciudad de México y es el que habría sido el portador del virus que afectó a tres personas más.
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