Denuncia de Negligencia Medica, causando la muerte de mi hija recien nacida, y poniendo en grave riesgo mi vida.


Arriaga, Chiapas, a 26 de Mayo de 2009.

Asunto: Queja por negligencia Médica.

C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa

Presidente Constitucional

Estados Unidos Mexicanos

Presente

Sr Presidente, con todo respeto me dirijo a Usted como madre de familia, para denunciar y hacer de su conocimiento la NEGLIGENCIA MEDICA CRIMINAL de la cual fue objeto mi hija Ana Lilia Fernández Camacho, la cual costó la vida de mi nieta Renata Fernández Camacho, y puso en peligro la vida de mi Hija.

Los hechos de que fueron víctimas, ocurrieron de la siguiente manera: el día martes 19 de Mayo del presente lleve a mi hija Ana Lilia Fernández Camacho a la Clínica del Seguro Social de Arriaga, Chiapas. Unidad médica familiar #15, de la cual ella es Derechohabiente, con el Numero de Seguridad Social 7107 82 1271 1, porque presentaba trabajo de parto, dicha clínica procedió a trasladarla a la Ciudad de Tonalá, Chiapas, a la U.M.F. #16, debido a que en Arriaga, no atendían los partos. Por orden del Director de la Clínica Dr. Edfredo Mijangos Ramírez.

Llegamos a la Sala de Urgencias de la Unidad Medica Familiar #16 del IMSS, alrededor de las 5:30 de la tarde del día 19; en la cual procedieron a atender a mi hija, la cual presentaba ya un cuadro de Preclancia, me dijeron que yo me saliera porque iban a llevarla a la sala de expulsión y no podía yo estar con ella.

En ese lugar tuvieron a mi hija sin la debida atención médica, sola, en su trabajo de parto. En el cual ella tenía una dilatación de 8.5 que consta en el resumen que ellos enviaron a la Clínica del Seguro Social de Tapachula, Chiapas, el día miércoles 20. Por lo que era evidente que estaba en franca labor de parto.

A las 9 de la noche del día 19, salieron a avisarme que tenía que firmar unas hojas dando autorización para la Cesárea, me dijeron que tenía que hacerlo porque su presión arterial continuaba elevándose, quiero comentarle que antes de esto yo hable con la Ginecóloga Guadalupe Vazquez Cigarroa, en el área de urgencias, alrededor de las 6:30 de la tarde, y le pregunte como miraba las condiciones de mi hija, y me dijo que ya todo se había complicado.

Yo creí cuando la vi en urgencias a la Ginecóloga, que iba a atender a mi hija, pero en ningún momento entro a verla, debido a que había terminado su horario de trabajo; demostrando una total falta de sensibilidad hacia la paciente, a pesar de la gravedad de su estado de salud, y al riesgo que implicaba para el bebe.

Llevaron a mi hija al Quirófano a las 9:20 de la noche del día 19; el quirófano se encontraba en pésimas condiciones. Sucio, con ropa en los rincones y en ínfimas condiciones salubres. No había gasas, bisturí, batas, no había ni la aguja necesaria para poner la inyección en la columna de mi hija (aguja de cristal, le llaman) para anestesiarla. Tuvieron que enviar a una persona al Hospital General de la Sria. De Salud del Estado de Tonalá, Chiapas a prestar equipo médico.

Todo esto que pasaba, se hacia delante de mi hija, pues ella podía observar como el mismo personal no sabía qué hacer, ante la falta del adecuado equipo médico.

El Anestesiólogo, menciono que la aguja para el bloqueo raquial no había, y que las agujas que tenían no eran las adecuadas por lo que tuvo que aplicarle a mi hija Anestesia General. Ello después de haber lastimado varias ocasiones a mi hija tratando de ponerle la inyección raquial sin el debido equipo médico. Al grado que mi hija en un momento dado tuvo que tomar con sus propias manos la mascarilla de oxigeno al sentir que se ahogaba debido a la anestesia. Sientiendo que se moria.

Eran las 12 de la noche del día 19, y no eran capaces de darnos ninguna información, sobre el estado de mi hija y de su bebe. Por lo que me vi obligada a pedirle al guardia que me dejara pasar. Fue cuando me entero que la bebe, Renata, había fallecido. Y que mi hija se encontraba muy grave, peligrando su vida.

La bebe fallecio ahogada, por paro cardiorespiratorio, tuvo sufrimiento fetal.

Para esto, durante el momento que intervinieron a mi hija, el Dr. Carlos Alberto Gutiérrez Muñoz, con Numero de Cedula Profesional 5172533, quien fue quien firmo el acta de defunción de la bebe y quien era la persona encargada de realizar la cirugía, se quedo impávido y sin saber qué hacer ante el grave cuadro que presentaba mi hija; y tuvieron que llamar a otro Dr., Cirujano, quien fue el que alrededor de las 9:30 de la noche se presento y tuvo que operar a mi hija, debido a que su vida peligraba y la bebe ya había fallecido.

Mi hija aun bajo los efectos de la anestesia y sin ninguna consideración ni sensibilidad dado su estado de gravedad; le hicieron firmar y poner su huella en unos papeles que le dijeron era el certificado de defunción de mi nieta Renata. Esto lo hizo el Dr. Carlos Alfredo Alcázar Morales, Director de dicha U.M.F. #16.

Durante toda la noche ella estuvo en grave riesgo, debido a que su presión arterial estaba completamente alta.

Por lo delicado de su estado fue trasladada el día miércoles 20 a la Ciudad de Tapachula, Chiapas. En la Clínica del IMSS fue internada en Terapia Intensiva, en la cual estuvo hasta su recuperación.

Mi familia tuvo que velar el cadáver de mi nieta mientras yo acompañaba a mi hija en el traslado a la Ciudad de Tapachula. Cuando llegaron sus hermanos y su papa de mi hija a verla antes de irse; nos dio tanto coraje que la bebe tuviera que quedarse en la casa siendo velada por mis nietos, unos niños, debido a que su madre estaba grave y nosotros viendo que fuera trasladada.

Señor Presidente la vida de mi nieta no se puede recuperar; pero le pido se haga justica; porque estas personas que se supone que están para ayudar y atender a los enfermos y pacientes, sobre todo en el Área de Urgencias, hagan bien su trabajo. La medicina es un apostolado.

La interna que dejaron para que estuviera con mi hija en su labor de parto la dejo sola, por subir a ver un catalogo de productos, en una total irresponsabilidad.

Responsabilizo del fallecimiento de mi nieta y de haber puesto a mi hija en grave peligro al Médico de Guardia de Urgencia Dr. Carlos A. Gutiérrez Muñoz y al Director de la Clínica Dr. Carlos Alfredo Alcázar Morales, el cual no podían localizar para dar autorización de prestar el equipo en el Hospital General de Tonalá y que dejo con llaves el área de almacén donde guardan el material quirúrgico, ademas por la total falta de sensibilidad y compromiso para con los pacientes. Así como a la ginecóloga Guadalupe Vazquez Cigarroa, que no pudo tomarse un poco más de tiempo para apoyar a mi hija, situación que tal vez hubiera salvado la vida de mi nieta.

Así como hago de su conocimiento la total falta de sensibilidad y amor al prójimo, así como el nulo profesionalismo de parte del personal de dicha clínica y de sus Directivos.

Tal vez no sea esta la narración mejor redactada que puedo hacer en este momento, pero si quiero pedirle que se haga justicia, nosotros, y mi hija sobre todo está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. Pues no vamos a permitir que estos Pseudomedicos sigan matando y lucrando con el dolor ajeno. No vamos a permitir que la muerte de mi nieta Renata Fernández Camacho sea en vano. Y vamos a buscar por todos los medios a nuestro alcance se haga justicia, y cada quien de los involucrados reciba un justo castigo por sus acciones.

Espero en su momento poder recapitular todo lo sucedido para poder darles una clara idea de todo lo que tuvo que soportar mi hija, quien estuvo al borde al muerte.

Sr. Presidente le ruego se me informe y se de parte a la instancia correspondiente donde pueda darle seguimiento a mi queja.

Sr. Presidente, le ruego se haga lo pertinente para no permitir que este tipo de conductas y negligencia se sigan dando en el Sector Salud de nuestro país.

Sr Presidente, le ruego no olvidar que la vida de una persona, es lo más valioso en el mundo y no tiene precio ni se puede comprar.

Sr. Presidente yo se que Usted es padre de familia y sabrá el dolor que esto le causo a mi hija y a mi familia, que esperábamos con todo el amor del mundo la llegada de Renata Fernández Camacho. Y que vimos truncada nuestra felicidad, a cambio de mucho dolor por gente que no pudo cumplir su responsabilidad.

Sr. Presidente, mi hija debido a su gravedad no pudo ni conocer a su hija. No pudo abrazarla ni despedirse de ella. Usted puede imaginar el sentimiento de dolor, coraje y frustración que ha tenido y tiene que cargar por el resto de su vida. Ya que no pudo ni siquiera despedirse de su bebe.

Sr. Presidente recién en días pasados hubo una emergencia sanitaria en nuestro país y se dijo que en todas las clínicas había el abasto suficiente, entonces no entendemos el porque de toda esta situación. ¿Quién miente entonces, Sr. Presidente?

Sr. Presidente, en la entrada de urgencias, hay un anuncio que dice que la salud de la mujer es prioritaria, pero ante los hechos registrados, ¿Quién miente Sr. Presidente?

Agradezco la atención a la presente, y ruego me sea canalizada mi denuncia y se me informe lo procedente.

Atentamente

Herminia Camacho de Fernández

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Arriaga, Chiapas

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