ISAÍN MANDUJANO

Auspiciado por el gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero y por el senador Manuel Velasco Coello, el polémico “diputado racista” como es conocido ya Ariel Gómez León, alias El Chunco, salió de la cabina de radio e inició su carrera política.

Soy “manuelista” y soy “sabinista” dijo el año pasado cuando acudió a buscar la candidatura del PRD por uno de los dos distritos de la capital del estado, mismo que ganó ante Pío Lorenzo López Obrador, hermano del mismo Andrés Manuel quien en varias ocasiones vino apoyarlo en los mítines cuando éste fue candidato del PT y Convergencia.


Al amparo de los gobiernos priístas, El Chunco se convirtió, además de orador de algunos eventos gubernamentales, en un locutor “estrella” de la radio pública y luego en la radio privada, que lo mismo se escuchaba en el transporte colectivo al medio día, taxis o combis, que en mercados públicos y colonias populares de la capital del estado.

Bromista, burlón e irónico con sus radioescuchas y que se comunicaban al aire en su cabina de radio, acaparó toda un raiting en ese sector popular, que entre broma y broma lo impulsaron a construir su carrera política, situación que primero logro siendo regidor del PVEM del 2004 al 2006 en la presidencia municipal de Tuxtla

De la mano del senador del PVEM, Manuel Velasco Coello se postuló después para ser diputado local por ese mismo partido del tucán. En su campaña usó el lema “soy humano no político”. Y ganó para ocupar una curul en la actual legislatura que está vigente, pero no terminó en el cargo por que buscó ser de inmediato candidato a diputado federal.

Tocó las puertas del PVEM, pero le dijo Velasco Coello que la candidatura que buscaba ya estaba ocupada. Tras la estrecha relación con el gobernador Juan Sabines Guerrero y un líder estatal perredista a modo, El Chunco acudió a las oficinas del sol azteca.

“Es muy importante para mí decirte que me quedan pocos años de vida. Yo tengo un linfoma de hodgkin, -un tumor maligno- y platiqué con Manuel Velasco y le solicité me ayudaran para participar, pero me dijo que ellos tenían la candidatura comprometida. Le pedí que me permitiera buscar a otro partido. Yo soy manuelista, soy sabinista, pero tengo el deseo de que antes de que se me acabe la vida, poder hacer algo positivo”, dijo El Chunco.

El Chunco dijo que su médico le había recomendado no participar en la contienda política pero que el desacataba esa indicación para participar en un proceso en el cual no le importaba el partido que fuera, pero quería servir desde el Congreso de la Unión.

Correos electrónicos circularon entre los capitalinos argumentando que El Chunco mentía con su enfermedad para provocar compasión y ganar así una diputación federal. “La mitomanía de El Chunco” decía el panfleto que circuló vía electrónica.

En plena campaña electoral El Chunco fue denunciado ante la Fiscalía de Asuntos electoral de la PGR, porque seguía usando de forma inequitativa un espacio radiofónico, su programa Ojos que noven, para seguir haciendo proselitismo a su favor.

Con un fuerte impacto en la audiencia capitalina, El Chunco ganó aun con el efecto de AMLO que acompañó a su hermano a todos lo mítines de las colonias de su distrito. Derrotados, los líderes nacionales y estatales del PT y Convergencia que abanderaban a Pio Lorenzo vieron como los líderes estatales y nacional del PRD, celebraron en grande la victoria de El Chunco.

El Chunco dejó su curul local y se fue a la curul federal. Poco después volvió a la radio y siguió con su forma jocosa de cautivar a la audiencia tuxtleca, del cáncer nada se dijo después.

Pero en una larga entrevista con el gobernador del Estado, Sabines Guerrero elogió a El Chunco y dijo que era un “ejemplo de vida”, incluso esa larga entrevista fue transmitida por la radio pública y en cadena estatal con todas las radiodifusoras públicas y privadas. Y hasta en siete partes, esa larga entrevista fue subida a la red social de Youtube.

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