El gobierno filtró la información

Sin base, versiones sobre un estallido en Chiapas
Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Sábado 21 de noviembre de 2009, p. 13

San Cristóbal de las Casas, Chis. 20 de noviembre. Resultó infundado el nerviosismo gubernamental en torno al 99 aniversario de la Revolución Mexicana, que a través de informaciones de la prensa local y de noticiarios radiales había generado en días recientes el temor de un estallido de grupos inconformes.

Tan era oficial el origen de esas versiones que dieron pie, expresamente, a aprehensiones, cateos, interrogatorios y acusaciones públicas contra dirigentes campesinos, comunidades, religiosos de las zonas indígenas y defensores de derechos humanos. Filtraciones, declaraciones de funcionarios y boletines –que resultaron alimentados por un documento confidencial de la procuraduría estatal (La Jornada, 14 de noviembre)– coincidían en que una fecha probable para el estallido, denominado 20 y 10, sería este viernes.

En concordancia con tales previsiones, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) estableció, a partir de las cero horas de hoy, un amplio e inusual “operativo de seguridad en la geografía chiapaneca para resguardar la paz social y la armonía entre la población durante la conmemoración de la Revolución Mexicana”, según la propia dependencia. El plan tuvo como objetivo proteger al conglomerado que asista a la celebración en los municipios, resguardar la integridad física y propiedad de las personas, para con ello evitar acontecimientos lamentables.

La SSPC detalló: Las estrategias comprenden patrullajes pie-tierra, en automotores, así como vigilancia de la circulación vehicular, resguardo de plazas cívicas donde se concentre la ciudadanía y autoridades de los tres niveles de gobierno para presenciar la marcha. Esto, aludiendo a los actos cívicos y, por inferencia, a las movilizaciones anunciadas por organizaciones como MOCRI y OCEZ-CNPA, que no tenían por qué ser violentas.

Participaron en el dispositivo 4 mil 700 agentes de las policías estatales Preventiva, Fronteriza, de Caminos, Auxiliar y de Tránsito, además de los grupos especiales de la SSPC.

En otro contexto, trabajadores del ayuntamiento de San Cristóbal refieren que días atrás se les ordenó respaldar sus computadoras, ante la posibilidad de que grupos subversivos tomaran el palacio municipal.

Con tales ingredientes no extraña que se dispararan rumores generalizados entre la población. Mucha gente se decía convencida de que algo iba a pasar. En los primeros minutos de hoy, una fuente gubernamental presuntamente bien informada notificó la presencia de encapuchados al norte de esta ciudad; una organización oficialista aseguraba: “los zapatistas van a tomar las instalaciones de la ‘INI’ (CDI)”. También que una improbable suma de “zapatistas, grupos de Carranza, Aric y Abejastomarán carreteras en San Cristóbal, Comitán, Ocosingo, Altamirano, Polhó y Oventic, luego Tuxtla”. Nada de eso ocurrió, pero la premonición estuvo en el aire y en los medios impresos.